El climaterio es una etapa normal de la mujer. Sin embargo, los síntomas pueden afectar su calidad de vida. El fin de la vida reproductiva conlleva la aparición de diversas modificaciones de manera gradual, hasta que desaparece por completo la ovulación. Estos cambios afectan distintas funciones corporales, generando los síntomas característicos de este período.

En la menopausia, los trastornos del sueño parecen tener un origen neuroendocrino. Las sustancias encargadas de regular al sistema nervioso se conocen como neurotransmisores. En esta etapa de la vida de la mujer, estas moléculas también se ven afectadas.

Los estados de ansiedad y depresión también parecen estar relacionados con los problemas para dormir en la menopausia. Es por ello que los trastornos afectivos son considerados un factor de riesgo. Además, es conocido que con el proceso de envejecimiento existe un mayor riesgo de fluctuaciones en el estado de ánimo, haciendo que el vínculo entre las emociones y el sueño sea más complejo de dilucidar.

¿Qué se puede hacer para mejorar el descanso nocturno en la menopausia?

Aunque la menopausia esté asociada a los trastornos del sueño, se pueden hacer algunos cambios en el estilo de vida para disminuir su impacto. Dentro de las recomendaciones generales se hallan las siguientes: Reduce  el consumo de cafeína.  Mantén  la habitación fresca y oscura.  Ingiere alimentos  al menos 2 horas antes de acostarse.  Elimina hábitos tóxicos, como el alcohol y el tabaco. Toma una ducha tibia o caliente antes de ir a dormir. Intenta  acostarse y despertarte  a la misma hora todos los días. Realiza  ejercicio físico de forma regular, pero alejado de la hora de ir a la cama.

Por otro lado, es necesario darle a los trastornos del sueño la relevancia que merecen, puesto que un descanso reparador es indispensable para el adecuado funcionamiento del organismo. Esto aplica para la menopausia y para cualquier otra edad.

Fuente: Internet

Janet Pérez Rodríguez
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