Por: Alejandro Batista Martínez                                 

FUENTE: Fichas en poder del autor.

Un placer reencontrarnos en este espacio para divulgar la historia. A partir de 1962 el movimiento obrero comenzó a fortalecerse en aquellos sectores que no tenían trayectoria sindical, haciéndose necesaria la preparación de cuadros jóvenes a través de las escuelas sindicales.

El movimiento obrero apoyó las tareas revolucionarias, movilizando a los obreros para la Zafra del Pueblo, la siembra del café, la repoblación forestal, las guardias obreras y la batalla por el sexto y el noveno grados, además para el acto por el Primero de Mayo y todo lo que el Gobierno y el Partido convocaba.

Sobre las organizaciones de masas en San Antonio de los Baños, le acercamos en este encuentro con nuestras raíces.

Después de la división político-administrativa de 1963 el ejecutivo municipal de la Central de Trabajadores de Cuba quedó integrado por Enrique Clavel Martínez como secretario general y Rey Medina Febles como segundo secretario.

Armando Duque se ocupaba de la Emulación y el Trabajo Voluntario, mientras que Arturo Pérez atendía el frente de Educación y René Sánchez el económico.

El movimiento obrero en todos estos años apoyaba todas las tareas de la Revolución y estimuló a los trabajadores a través de la Emulación Socialista.

La Escuela Sindical Vado del Yeso, creada en 1972, preparó numerosos cuadros para el movimiento sindical y después de la división político-administrativa de 1976 se convirtió en Escuela Municipal. Su director fue Rey Medina y Juan Simón fue su subdirector.

A partir del 13 Congreso Obrero, el movimiento sindical pasó a distribuir los efectos eléctricos teniendo en cuenta los méritos de los trabajadores para su estimulación.

Después del décimo cuarto congreso desarrollaron una ardua labor de vinculación de la norma con el salario, también se firmaron los Convenios Colectivos de Trabajo entre las administraciones y el movimiento sindical.

Los Comités de Defensa de la Revolución surgieron como una organización para la vigilancia revolucionaria pero apoyaron todas las tareas de la Revolución, a nivel de cuadra, como las campañas de vacunación, los debates de Salud, la recogida de materias primas, las movilizaciones a la agricultura y a la zafra tabacalera.

Estimular a los jóvenes arribantes al Servicio Militar Activo, homenajear a los compañeros que cumplieron misión internacionalista y las donaciones de sangre, han sido tareas permanentes de la mayor organización de masas del país.

En las tareas cederistas se destacaron Jorge Santiesteban, Georgina Pastor, Andrés Medina, Ena Díaz Romero, Ofelia Pérez, Dominga Hernández y Fidel Hernández Monzón, por solo citar algunos.

La Federación de Mujeres Cubanas desarrolló una encomiable labor para la incorporación de las mujeres al trabajo.

En este sentido, múltiples fueron las actividades realizadas: charlas, encuentros, debates, pues era necesario ir cubriendo la falta de mano de obra fundamentalmente en la agricultura.

También se trabajó mucho por la superación de la mujer en la batalla por el sexto y el noveno grado. Los debates de salud, el taller de corte y costura y bordado.

El trabajo social para que las madres trabajadoras enviaran a sus hijos a los Círculos Infantiles, las brigadas hortícolas, la capacitación de las compañeras para el cocido de tabaco y las escogidas.

El trabajo para convencer a las compañeras para hacerse la prueba citológica. La participación en concursos históricos, encuentros culinarios y actividades de solidaridad con mujeres de otros países.

La creación de la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia, constituye uno de los pasos más importantes de esta organización.

Se han destacado en las tareas de la organización Dora González, Gladys Valdés, Andrea Hernández, Yolanda Quintana, Estervina Zalazar, Martha Fábregas, María Martha Castellanos, Carmen Triana, Bertha Reyes, Bertha Machado, Clara Burrover, y María Denis, entre otras.

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