Alejandro Batista Martínez

FUENTE: Fichas en poder del autor.

San Antonio de los Baños vio nacer, el 30 de junio de 1923, a Blanquita Amaro. Atraída por la música cubana, se dedicó a la actuación, el canto y el baile.

Se vinculó tempranamente a una pequeña carpa teatro que se estableció en la Villa del Ariguanabo. Participó en obras dramáticas y musicales y a los nueve años ganó el primer premio en un concurso de canto en el Teatro Payret de La Habana.

Sobre esta singular mujer y el músico Candito Camero, le acercaremos en este encuentro con nuestras raíces.

Blanquita Amaro comenzó a actuar en un night-club de La Habana, pese a la oposición de sus padres. Logró una rápida popularidad, tanto en los teatros como en la radio. Llegó al cine en 1938 con la película Estampas habaneras.

La simpatía que irradiaba y el electrizante movimiento que le imprimía a su ágil cuerpo, la llevaron a compartir varias temporadas con las principales vedettes de una etapa artística cubana en la que ella supo destacarse por su novedosa forma de actuación.

Siguió su carrera en México, donde fue bautizada como La Reina del Mambo. Intervino en unas dieciocho películas, acompañando a importantes figuras de la época.

En 1944 junto a Pedro Infante protagonizó Escándalo de estrellas.

Tres años más tarde participó en Embrujo antillano, uno de los filmes musicales más costosos de su época, con Ramón Armengod y la famosa vedette cubana María Antonieta Pons.

En 1947 se estableció en Argentina, conquistando rápidamente la popularidad.

Sus vestidos resplandecientes, su amplia sonrisa y el modo de actuación sensual y gracioso la convirtieron en una de las vedettes predilectas del público local, que siguió también su labor radial y agotó sus discos a lo largo de los años.

Blanquita Amaro debutó en el cine argentino en 1948, acompañando a Los Cinco Grandes del Buen Humor en la película Cuidado con las imitaciones.

En televisión trabajó en el programa El telebar de las celebridades, en 1951. Luego, regresó a Cuba para marcharse definitivamente.

Residió en Panamá, donde conquistó el favor del público con su programa nocturno El Show de Blanquita Amaro.

En 1968 se radicó en Miami, donde produjo y animó su propio show televisivo.

Su última aparición en el cine fue en ¡Qué Caliente está Miami!, en 1980, con Olga Guillot, Raymundo Hidalgo-Gato y Pedro Román. Ganó premios por su trabajo en el teatro con Vidas Robadas.

Durante 28 años Blanquita Amaro presentó Cuba canta y baila, un show dirigido por su hija y producido por su yerno en el Auditorio del Condado de Miami-Dade.

Falleció en La Florida, el 15 de marzo de 2007.

El 22 de abril de 1921 San Antonio de los Baños vio nacer a Cándido Camero.

Su padre lo enseñó a tocar el tres a los ocho años de edad.

Como ejecutante de este instrumento ingresó en los septetos Gloria Habanera y Bolero, de Tata Gutiérrez.

Un tío materno lo entrenó en la percusión y antes de cumplir los 20 años se integró a la orquesta del cabaret Tropicana, bajo la dirección de Mario Romeu.

Acompañó a la pareja de baile Carmen y Rolando, primero en el cabaret Faraón y luego en Estados Unidos.

En 1950 Machito lo presentó a Dizzy Gillespie y éste a Billy Taylor, con el que trabajó alrededor de dos años en el Downbeat de Nueva York.

De regreso a La Habana, Cándido Camero y el conguero Rolando Alfonso colaboraron con el pianista y compositor Bebo Valdés en la creación del ritmo batanga. Grabó, en 1953, con George Shearing y reemplazó a Jack Costanzo en la orquesta de Stan Kenton.

Fue el comienzo de una impresionante carrera como percusionista de casi todos los grandes jazzistas de la época, con los cuales ocasionalmente alternó en el bongó.

Diez años después de haber llegado a los Estados Unidos, grabó en solitario el primero de varios discos para el productor Creed Taylor y la ABC Paramount.

En el fonograma compartió con importantes trompetistas, contrabajistas, bateristas, pianistas, saxofonistas, trombonistas y percusionistas.

A fines de 1961 Lalo Schiffrin estuvo a cargo del piano y los arreglos del disco Conga Soul, donde el bajo de Milt Hinton se sumó a los habituales.

En 1971 Tito Puente aportó arreglos, paila y vibráfono a la sesión del fonograma Brujerías, en la que coincidieron Cachao, Chocolate, Mauricio Smith, Gil López y Chino Pozo. Chico O´Farril firmó los arreglos del disco Drum Fever, en 1973.

A partir de entonces, Candito Camero se dedicó a hacer grabaciones con importantes figuras

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