Geógrafos artemiseños, cultores de las ciencias

Cada 20 de abril, en homenaje al natalicio del destacado científico Antonio Núñez Jiménez, se celebra el Día del Geógrafo Cubano.

Considerado el Padre de la Espeleología Cubana, el naturalista alquizareño vivió y escribió la historia, la aventura en la naturaleza y el conocimiento. Con sus investigaciones en Geología, Meteorología y Arqueología contribuyó al desarrollo de la ciencia cubana y latinoamericana.

Líder de la expedición en canoa del Amazonas al Caribe y autor de una amplia obra que incluye libros, artículos y documentales, Núñez Jiménez recibió en 1995 el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Geográficas de la Universidad de La Habana y a su vez, la condición de Cuarto Descubridor de Cuba.

Hoy, cientos de jóvenes de todo el país apuestan por la Geografía para aventurarse en el mundo de los animales, las rocas, los suelos, los paisajes, la vegetación, los ríos, los océanos –y no solo eso–, también la población, el transporte, la industria, el turismo, así como el impacto del hombre en el medio ambiente y la influencia de esta ciencia en la vida y las actividades humanas y biológicas.

Javier Yraola: buscando explicaciones

Trabajos de exploración, cartografía, ubicación y mapeo de cuevas en las diferentes áreas de San Antonio de los Baños centran la atención de los integrantes del Grupo Espeleológico Ariguanabo, donde está presente el ejemplo de Núñez Jiménez.

Entre ellos el ariguanabense Javier Yraola Rodríguez, Licenciado en Geografía en la Universidad de La Habana, quien agradece aquellos encuentros de extensión universitaria cuando era estudiante que despertaron su curiosidad por las diferentes ciencias que se estudian en nuestro país.

«Me gusta la Geografía Física y dentro de esta, la Geomorfología, por centrarse en el estudio de las diferentes formas que tiene el relieve de la Tierra. Tengo especial interés por las investigaciones del carso, fenómeno dado por la disolución de las rocas, principalmente carbonatadas por el agua levemente acidulada», apuntó.

Su formación profesional le permite formar parte de las acciones para declarar como Paisaje Natural Protegido al Valle del Río Ariguanabo y la elaboración del Plan de Manejo de esta área. Dirigido a niños de la enseñanza primaria, el Grupo Ecológico René de la Nuez –del cual también es miembro– le posibilita el desarrollo de una cultura ambientalista en los más pequeños.

«A veces pensar que pudiese haber estudiado otra carrera me parece tan raro porque sin el pensamiento de un geógrafo es difícil ´moverse´ en el medio natural y social. Para mí resulta tan necesario buscar explicación para casi todas las cosas que veo», dijo Yraola.

José Ernesto: la más integradora de todas las ciencias

Aunque la Geografía no fue la primera opción para especializarse, José Ernesto López Fuentes encontró en ella lo que en realidad buscaba. «Descubrí que desde pequeño ´hacía geografía´ cuando planificaba una salida o cuando me trazaba alguna estrategia para jugar a los escondidos. Fue así como me fui enamorando cada vez más de esta carrera y de su estudio».

Afirma que esta materia abarca todas las esferas, tanto científicas como humanistas, pues aspectos como la historia, la forma del pensamiento y el desarrollo cultural deben ser tomados en cuenta a la hora de hacer estudios científicos de un territorio. «Por eso la considero como la más integradora de todas las ciencias».

Desde hace un año encontró la manera de demostrar todos esos conocimientos adquiridos en la universidad, desde el Centro Meteorológico Provincial de Artemisa. «Soy el único geógrafo en este centro y existe una provechosa retroalimentación entre todos los especialistas que allí laboramos, ellos tienen conocimientos más profundos de la meteorología, pero yo la veo concatenada con el resto de los factores del geosistema y su influencia en el mismo, así se crea un ambiente armónico y de infinito aprendizaje de ambas partes», puntualizó.

Uno de los principales retos que tienen los geógrafos cubanos en la actualidad es la correcta planificación territorial y ambiental de los municipios. Esta debe desarrollarse en perfecta armonía entre los proyectos de Educación Ambiental, las leyes, las directivas trazadas para el desarrollo y las políticas de los gobiernos locales. Seguidores del legado del naturalista Núñez Jiménez y con la sapiencia y el compromiso de jóvenes como José Ernesto, por medio de la Meteorología; y Javier desde la Espeleología y las transformaciones del relieve, el futuro promete.