Por: Alejandro Batista Martínez

El Grito de Dolores es considerado el acto con que dio inicio la guerra de Independencia de México.

Según la tradición el cura Miguel Hidalgo y Costilla, en compañía de Ignacio Allende y Juan Aldama, hizo a sus feligreses el llamamiento a sublevarse contra la autoridad virreinal de la Nueva España.
Repicaron las campanas de la parroquia de Dolores, al norte de México, en el actual Estado de Guanajuato, y con el estandarte de la Virgen de Guadalupe salieron a la conquista de la libertad.

Era la mañana del 16 de septiembre de 1810. Sobre este hecho trascendental de la historia latinoamericana le acercaremos en este encuentro con nuestras raíces.

La agudización de las contradicciones colonia-metrópoli hizo estallar la llama libertaria en el Virreinato de Nueva España.

Según la tradición, la noche del sábado 15 al domingo 16 de septiembre de 1810, avisados de que la conspiración en Querétaro había sido descubierta, Hidalgo y los otros líderes de la conjura decidieron iniciar el levantamiento contra las autoridades novohispanas.

Se dirigieron a la parroquia y tocaron la campana ubicada en la torre oriente. Los habitantes del pueblo, pensando que se trataba de una emergencia, despertaron y se reunieron en el atrio.

Una vez ahí, Hidalgo les dirigió una arenga convocándolos a alzarse en armas contra las autoridades españolas, que habían abdicado a favor de los franceses. El cura montó a caballo, con todo su pueblo, que lo quería como a su corazón.

Los insurrectos se agruparon en destacamentos y marcharon hacia el sur. A ellos se sumaron campesinos y fundamentalmente indios de otras aldeas y haciendas.

Las tropas de Hidalgo estaban mal armadas y carecían de disciplina y preparación militar.

El Grito de Dolores se considera el inicio formal de la Guerra de Independencia Mexicana.

Aunque hay consenso entre los historiadores en aceptar que Hidalgo efectivamente convocó a los dolorenses, no hay evidencia alguna del sitio exacto en el que se dio la arenga ni las palabras que la constituyeron, así como tampoco consta que el cura tocara una campana.

Algunos autores afirman que Hidalgo no dio el Grito frente a la puerta principal de la parroquia de Dolores, sino desde uno de los balcones de su casa, ubicada a dos calles al sur, sin reparar que esa edificación no tiene ni tuvo jamás balcones porque sólo tiene una planta. Así es la historia.

Miguel Hidalgo fue un estudioso del mundo en que vivió. Leyó los libros de los filósofos franceses del siglo XVIII.

Vio a los negros esclavos y se llenó de horror. Vio maltratar a los indios, que son tan mansos y generosos, y se sentó entre ellos a enseñarles las artes finas que el indio aprende bien.

Prisionero de los españoles fue despojado de sus vestidos de sacerdote.

El 30 de julio de 1811 le dispararon tres tiros de muerte en la cabeza. Cayó vivo y en el suelo lo acabaron de matar. Le cortaron la cabeza, la colgaron en una jaula para escarmentar al pueblo y enterraron su cadáver descabezado.

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