Anelys: entre la empatía y la sensibilidad

Anelys fue mi compañera de estudios durante aquellos años de mi infancia en el seminternado Nguyen Van Troi, en Alquízar. Por aquellos días, cuando jugábamos con los títeres de papel maché de la maestra Xiomara, no sospechaba por qué Anelys siempre quería ser la doctora en cada juego. Hoy, después de unos cuantos años -no tantos- la respuesta la encontré en el Hospital Iván Portuondo de San Antonio de los Baños, cuando descubrí que aquella niña que soñaba con ser doctora, hoy es la especialista en Hematología Anelys García Salgado.

“La Hematología llega a mí en sexto año de Medicina. En los primeros años de la carrera quería ser oncóloga, por el hecho de que trata el cáncer y siempre me ha parecido algo heroico. Siempre me venía a la mente la posibilidad de salvar a los niños con este padecimiento. Pero en mi año, no hubo plazas para las especialidades de Oncología, pero sí Hematología.

Comencé a documentarme sobre el tratamiento de las leucemias y me lancé, tal vez pensando que la Oncología y la Hematología iban a resultar parecidas, pero descubrí que eran totalmente diferentes”.

Entonces ¿qué es la Hematología?

“La Hematología es la rama de la Medicina que se encarga del estudio, de la etiología, del diagnóstico, tratamiento y pronóstico de las enfermedades de la sangre y de los órganos hemolinfoproductores. Las enfermedades hematológicas afectan la producción de la sangre y de sus componentes, como glóbulos rojos, hemoglobina y el mecanismo de la coagulación o hemostasia, como le llamamos también”.

Esta doctora viaja a diaro desde su natal Alquízar hasta San Antonio de los Baños, retando las barreras del transporte, el frío o el calor, el sol o la lluvia. Viaja después de dejar en buenas manos a su niña. Viaja a pesar de las dificultades, porque muchos pacientes la esperan.

“Las afecciones que manejamos en el hospital son en especial las anemias, sobre todo nutricionales, aunque vemos las hereditarias también. Alteraciones de la coagulación, del sistema hemostático, las trombopatías y estados de hipercoagulabilidad. Además de hemopatías malignas, en personas mayores de 50 años. En el hospital brindamos consultas para niños y adultos, para el diagnóstico de las hemopatías malignas y benignas”.

¿La tarea más difícil?

“La tarea más difícil es con la familia, a la hora de confirmar un diagnóstico. No es fácil explicarle a la familia y al paciente la posible evolución, posibles complicaciones, de todas estas enfermedades”.

¿Lo más gratificante?

“Lo más gratificante de mi profesión lo he encontrado en el servicio de Pediatría. Ver la evolución de los pacientes. Ver los niños con neoplasia, leucemia, ver esos niños que pasaban meses ingresados con tratamientos y los padres luchando. Ver que esos niños salieran adelante e hicieran su vida. Eso realmente ha sido lo más gratificante”.

¿Qué elementos influyen en la salud de sus pacientes?

Eliminar los hábitos tóxicos, una alimentación balanceada, sobre todo, en los pacientes con anemia. Estoy hablando de una dieta rica en frutas, vegetales, legumbres, con bajo contenido de té, café, exceso de azúcar, para así ayudar a asimilar el tratamiento que se le impone.

¿Crees que la Hematología recibe el valor  que merece?

“No creo que se le dé valor y me atrevo a decir que sé la causa. Una causa es por el poco conocimiento que se tiene de la especialidad. Sus enfermedades son poco conocidas, aunque reconozco que con el paso de los años se han ido creando nuevos horizontes que incluyen a la Hematología, y nos da un poco de valor al trabajo que hacemos, pero todavía, considero, no es suficiente”.

Entonces, la escucho hablar así, tan precisa, con un dominio exquisito de su profesión y me siento orgullosa, porque fui en aquella escuelita, una de sus primeras pacientes en los juegos del recreo. Hoy Anelys, la doctora, no juega con títeres de papel maché sino que tiene la alta responsabilidad de cuidar la salud de muchos en nuestra provincia. ¿Cómo lo hace? La respuesta la encontré en la última pregunta de esta entrevista ¿Qué cualidades no deben faltar en un hematólogo?

La empatía y la sensibilidad, sobre todo. El hematólogo debe ponerse en el lugar de sus pacientes. Su dolor es nuestro dolor, solo que somos nosotros los encargados de hacerle la vida más fácil, a pesar de la enfermedad. Son dos cualidades que si las tenemos a la mano siempre, no vamos a tener problemas en la especialidad nunca”.