El 30 de enero de 1801 el Cabildo acordó anticipar los fondos con carácter devolutivo para la construcción de puente de la calle Real.

————————————————————————

Por: Lic. Alejndro Batista.

Un túnel es una obra subterránea de carácter lineal que comunica 2 puntos para el transporte de personas o materiales. Por su parte, un puente es una construcción que permite salvar un accidente geográfico u otro obstáculo físico.

El diseño de cada túnel o puente varía dependiendo de su función y de la naturaleza del terreno en que se construye. Sobre túneles y puentes conversaremos en este encuentro matutino con nuestras raíces.

El túnel de la bahía de La Habana figura entre las 7 maravillas de la ingeniería civil cubana. Durante años las comunicaciones del núcleo urbano de la ciudad con el Este se realizaban bordeando la Bahía de La Habana y hacia el Oeste cruzando el río Almendares por los puentes existentes: el de Puentes Grandes, el de la calle 23, el de hierro y el antiguo puente de Pote.

Según el proyecto aprobado, la zona central del túnel está constituida por 5 secciones o cajones de hormigón prefabricado, 4 de los cuales tienen una longitud de 107 metros y 50 centímetros y un cajón central de 90 metros. El trazado de este túnel corre debajo del fondo de la Bahía de La Habana, entre 12 y 14 metros. El sistema de drenaje se hizo aprovechando las características topográficas donde tragantes colectan las aguas pluviales y las llevan hacia el mar.

Se construyeron además dos cisternas de 500 metros cúbicos de capacidad cada una, para la acumulación de aguas pluviales. Otros elementos complementarios del túnel son las compuertas de seguridad contra ras de mar, la iluminación interior y la ventilación, así como la protección contra incendios.

El túnel permite el paso de cuatro pistas de tráfico de poco más de 3 metros de ancho cada una, 733 metros de largo y una longitud total de la obra de enlace de más de 1600 metros que comprende además los 2 accesos. La obra fue iniciada inmediatamente después de la firma del contrato y se inauguró el 31 de mayo de 1958. El túnel de La Habana fue obra del genio, la técnica y el talento de franceses, cubanos y norteamericanos, en estrecha colaboración para producir una obra vial de carácter muy funcional.

Los ariguanabenses no tenemos túneles subterráneos pero sí varios puentes sobre nuestro Ariguanabo. El primero de ellos fue el puente de la calle Real, hoy Martí. Su construcción se aprobó en la sesión del Cabildo del 6 de mayo de 1796. Después de vencer algunos obstáculos se abrió una suscripción popular para su ejecución. El ingeniero Francisco Leumour con 100 pesos y el ofrecimiento de levantar los planos y dirigir la obra, estuvo entre los primeros contribuyentes.

Pocos días después de iniciada las colectas se habían recaudado más de 800 pesos. Ante la fácil recolección se pensó hacerlo de piedra en lugar de madera como fue la primera idea. Se necesitaban entonces 4500 pesos. Pasó algún tiempo, hasta que en sesión del 30 de enero de 1801 el Cabildo acordó dirigirse a los señores Prior y miembros del Real Consulado, pidiéndole anticipar los fondos con carácter devolutivo para la construcción de dicho puente.

Resuelta favorablemente la solicitud financiera, quedó iniciada la construcción del puente sobre la calle Real en los primeros meses de 1803. La obra estuvo terminada el 6 de mayo del propio año. Fue recibida por el Cabildo y el Gobierno Superior Civil, después del examen pericial del ingeniero teniente coronel Agustín de Ibarra, en medio de un cortejo popular, el día 27 de mayo de 1803.

Sobre la fecha de construcción del puente sobre la calle Máximo Gómez existió siempre cierta confusión. Se decía había ocurrido en 1828, pero el historiador José Rafael Lauzán reveló lo contrario. En la sesión del Cabildo del 20 de febrero de 1829, el síndico Ambrosio Aragón manifestó que habían muchos vecinos ofreciendo contribuir con dinero y materiales para hacer ese puente. Ese día se acordó abrir la colecta, nombrándose al Marqués y al Regidor, don Rafael Cepero, para gestionar lo necesario y recolectar las cantidades que serían depositadas en poder de Luis Espinosa.

En 1830 nada se había hecho a pesar de haber en depósito 500 pesos, promoviéndose nuevamente la gestión el 11 de febrero de ese año. En la nueva colecta se recaudaron 700 pesos más, lo que permitió iniciar definitivamente la construcción que concluyó en 1831.

El puente sobre la calle Juan Delgado también se financió por suscripción popular. Su construcción se inició en 1831 y fue terminado al año siguiente. Edificado de madera con vistosas barandas, su costo total fue de 1181 pesos con 4 reales.

Master2020
Últimas entradas de Master2020 (ver todo)