Olvidar algunos acontecimientos, detalles de una conversación o sencillamente dónde colocamos las llaves pudiera parecer algo de rutina, el ajetreo constante de la vida lo hace posible.

Pero, ¿qué sucede si estos eventos son más frecuentes y agravan la salud de una persona? ¿Qué representa para la familia o el cuidador estar a cargo de alguien con este padecimiento?

Los problemas de la memoria suelen ser uno de los primeros signos de deterioro cognitivo relacionado con la enfermedad de Alzheimer, caracterizada por un trastorno cerebral progresivo e irreversible que destruye lentamente la retentiva y las habilidades de pensamiento y, con el tiempo, la capacidad de llevar a cabo las tareas más simples.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que actualmente en el mundo hay 50 millones de personas con demencia. Cada año se registran 10 millones de nuevos casos y se prevé que para 2050 esta cifra se triplique. La forma más frecuente de la demencia es la enfermedad de Alzheimer, con una incidencia entre el 60 y el 70 por ciento de las personas diagnosticadas. El impacto de la enfermedad en los cuidadores, en la familia y la sociedad puede afectar a la esfera física, psicológica, social y económica; lo que supone un reto importante para la salud pública a nivel internacional.

Nuestro país no escatima esfuerzos para la búsqueda de tratamientos que enlentezcan la progresión de esta enfermedad neurodegenerativa. Desde el año 2017 varias instituciones científicas ponen sus esperanzas en un medicamento desarrollado por el Centro de Inmunología Molecular (CIM): la NeuroEPO.

Un logro de la biotecnología cubana

La NeuroEPO es un producto de la eritropoyetina humana recombinate (EPO-rh). Desde 1998 el CIM la produce por un biosimilar, así lo explicó la Máster en Farmacología y Economía de la Salud, Leslie Pérez Ruiz.

«En las enfermedades neurodegenerativas hay déficit de la eritropoyetina en el cerebro, la cual tiene como función fundamental a nivel sistémico la producción de glóbulos rojos. La NeuroEPO es muy similar a la eritropoyetina que se produce en el cerebro de mamíferos y se degrada rápidamente por el hígado debido a su bajo contenido de ácido siálico. Por tanto, debe ser administrada por una vía no sistémica, como la intranasal, para prevenir su degradación hepática, explicó Pérez Ruiz, promotora clínica de este producto.

«En la fase preclínica con animales de laboratorio, cuando se administró la eritropoyetina normal vía endovenosa y la NeuroEPO vía nasal se comprobó la rápida absorción en el segundo caso. Los eventos adversos observados son a nivel local, con alguna irritación nasal. Se administra de esta forma para evitar la transformación del medicamento por el metabolismo hepático y se usa entonces la vía olfatoria por permitir un fácil acceso al cerebro», destacó.

El surgimiento del medicamento se acompañó después por el ensayo clínico denominado Evaluación de la eficacia y seguridad de la administración nasal de NeuroEpo en pacientes con enfermedad de Alzheimer leve/ moderada, en el que intervienen el Instituto Nacional de Neurología, en La Habana, y el Hospital Iván Portuondo, de San Antonio de los Baños, en Artemisa. Participan además el Centro Nacional de Neurociencias de Cuba (CNEURO), el Centro de Investigaciones Clínicas del Centro de Isótopos (Centis) y el Centro Nacional de Toxicología (Cenatox); el CIM como centro promotor y el Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (CENCEC), encargado de la dirección del ensayo.

La investigación comenzó el 21 de julio de 2017. En el primer año se incluyeron 84 pacientes, 67 del Servicio Provincial de Atención Integral Comunitaria a los Trastornos de la Memoria (SPAICTM) del Hospital Iván Portuondo, en San Antonio de los Baños, y el resto del Instituto de Neurología y Neurocirugía (INN) de La Habana. Al concluir el primer año se realizaron adaptaciones al tamaño muestral que pasó de 114 en un inicio a 174, por lo que en el segundo año se incluyeron 83 pacientes del servicio artemiseño y 7 de la capital, completando así el total de 174 (150 pacientes del SPAICTM y 24 del INN).

Según el diseño metodológico se trata de un estudio clínico en fase 2-3, prospectivo, controlado con placebo, adaptativo, a doble ciego y multicéntrico.

¿Qué faltaría entonces? Cuando concluya la evaluación de los pacientes continúa el análisis estadístico para valorar la eficacia del medicamento junto al informe final que debe ser presentado en octubre de este año a la autoridad reguladora cubana, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de Cuba (CECMED).

Ensayo clínico VS Covid

Una de las pacientes tratadas con la NeuroEPO es Máxima Caridad Rodríguez Lorenzo, una ariguanabense de 83 años de edad que recibió el tratamiento durante un año, comprobándose una evolución favorable en la evaluación cognitiva y neuropsicológica final, siendo una de las 60 pacientes que se realizó Electroencefalograma (EG) y Resonancia Magnética Nuclear (RMN) y Potenciales Evocados Relacionados a Eventos (PRE) en el CNEURO (al oeste de la capital), desde el 4 de marzo; a pesar de la situación epidemiológica actual provocada por la COVID-19.

Durante este período la principal misión de los especialistas del servicio ha sido precisamente preservar la salud de los pacientes con Alzheimer que son más vulnerables por las características propias de la enfermedad, así afirmó la Doctora, Máster en Ciencias, Saily Sosa Pérez.

«Más del 98 por ciento de los pacientes son adultos mayores y en su mayoría tienen enfermedades crónicas de base como la Hipertensión y la Diabetes Mellitus Tipo 2. Por lo que cumplimos estrictamente con todas las medidas higiénico-sanitarias establecidas para el traslado.

«El trabajo intenso de estos tres años ha sido más difícil desde marzo a la fecha, período en el que hemos estado realizando la evaluación final de 81 pacientes desde el punto de vista clínico y neuropsicológico, luego de un año de tratamiento en el ensayo clínico, no sólo en el servicio de San Antonio.

«Esto es un gran reto en el actual contexto epidemiológico que lo hemos enfrentado con éxito y entrega sin límites como deber ineludible de las Marianas de estos tiempos, pues excepto dos, el resto de los miembros del servicio y los co-investigadores que han colaborado en el ensayo clínico somos mujeres. Considero que nosotros en estos momentos estamos pensando y actuando como país», insistió la doctora.

En San Antonio de los Baños se celebra anualmente el Día Mundial del Alzheimer, que este 2020 tuvo como peculiaridad el intercambio de experiencias entre especialistas y pacientes. El siguiente video así lo refleja.

La NeuroEpo y el futuro

«La enfermedad de Alzheimer sólo tiene 4 medicamentos aprobados hasta el momento, tres de ellos en la década del 90 y el último en el 2004», señaló la promotora Leslie Pérez Ruiz.

Refirió que Cuba no tiene acceso a ninguno de ellos. De obtener resultados positivos en la investigación, la NeuroEPO sería un medicamento que tendría toda la comunidad médica para el tratamiento de pacientes con Alzheimer y por supuesto tiene un beneficio social por todas las consecuencias que tiene la enfermedad. Quienes reciben algún medicamento de este tipo es a través de familiares que residen en el exterior o por la Resolución 232 del Ministerio de Salud Pública, cuando estos llegan al país.

Aunque la NeuroEPO no cura la enfermedad, se conoce que incidiría en el curso clínico de esta, retardando la neurodegeneración progresiva que la acompaña.

Sería un aliciente para los pacientes, sus familiares y la comunidad científica en general. Los investigadores tienen toda la expectativa en este producto, un logro biotecnológico cubano, en medio de carencias económicas que ocasiona el bloqueo norteamericano y enfrentando la pandemia mundial de la COVID-19.

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