Por: Lic. Alejandro Batista.

Nacido en San Antonio de los Baños, en el mes de julio de 1891. Graduado en la Academia de Bellas Artes de San Alejandro, perfeccionó sus estudios en España y Francia. En 1927 exhibió en París un conjunto de óleos y dibujos en los que palpita con fuerza su búsqueda de lo genuinamente cubano. Colaborador de la Revista de Avance, expresión literaria de la renovación estética que proponía el naciente modernismo cubano.

En el contexto de la dictadura de Gerardo Machado, Eduardo Abela trabajó la caricatura política, creando uno de los personajes más célebre de la prensa cubana de todos los tiempos: El Bobo. Manifestación de la lúcida agudeza y la mordacidad del criollo, así como de su natural capacidad para burlar la censura por medio del humor y la ironía.

En 1933, tas la caída de la dictadura machadista, fue designado Cónsul en Milán, lo que le posibilitó estudiar el Renacimiento italiano. Los guajiros y el paisaje cubano ocuparon sus temas durante esta década. En 1937, dirigió el Estudio Libre de Pintura y Escultura, en el que colaboran artistas de la vanguardia como Mariano Rodríguez y René Portocarrero. Un año más tarde su obra Guajiros resultó premiada en la Exposición Nacional de Pintura y Escultura.

En 1950, Eduardo Abela pintó El caos, que establece una ruptura con sus temas y ambientes de la década anterior. Comenzó así una nueva etapa de creación, caracterizada por la experimentación abstraccionista. Dos años después fue nombrado embajador de Cuba ante la UNESCO. De vuelta a la figuración, Chagall y Klee se le volvieron mentores.

Las atmósferas y personajes adquirieron calidad de sueño, y la fantasía y la mágica irrealidad presidieron sus cuadros. Técnicamente empleó gruesos empastes y aplicó el sentido del accidente en pintura. En 1964, un año antes de su muerte, se organizó en La Habana una gran exposición retrospectiva de su obra.

En la segunda quincena de enero de 1959 se creó en San Antonio de los Baños la Comisión Municipal de Cultura. Integrada por Orlando Hernández como su Presidente, tuvo entre sus miembros a Rubén Suárez Quidiello, José Rafael Lauzán, Martín Díaz García y el doctor Manuel Arnau. Exposiciones, obras de teatro, actividades bailables, la elección de la Estrella del Carnaval y la inauguración de la primera Galería de Artes Plásticas municipal, con el nombre de Carlos Salazarte, fueron elocuentes ejemplos de su quehacer cotidiano.

Esta comisión funcionó en la planta alta del antiguo Ayuntamiento. El Carnaval de la Libertad fue la primera gran fiesta popular. Esta tuvo como particularidad la eliminación de la cerca que dividía a blancos y negros en los bailables que se realizaban en la plaza de la iglesia.

En junio del propio año 59 se inauguró la Sala Teatro Raimundo Valenzuela, en el local donde radicó el Centro La Luz. A principios de 1961 la Comisión se trasladó para el edificio de la antigua escuela La Santa Infancia. Allí funcionó la Casa de la Cultural Pablo de la Torriente Brau y el Taller Popular de Artes Plásticas, atendido por Quidiello, Delarra y Escobedo.

FUENTE: Fichas en poder del autor.