73 años cumpliría una maestra

Por: Alejandro Batista Martínez

FUENTE: Fichas en poder del autor.

Caridad Julia Rodríguez Murciano nació en la ciudad de Holguín, en abril de 1951.

Graduada de la carrera Profesoral Superior en la especialidad de Historia, en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona. Máster en Educación y Profesora Auxiliar, dedicó su vida a la formación de educadores y conquistó un lugar distinguido en el corazón de sus discípulos y compañeros de labores.

Sobre esta educadora destacada del siglo XX le acercaremos en este encuentro con nuestras raíces.

Caridad Julia Rodríguez Murciano se desempeñó como subdirectora y luego directora de la Filial Pedagógica Camila Henríquez Ureña, de Ceiba del Agua, donde condujo la formación de los miembros del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech y de miles de profesores de distintos niveles educativos.

Fue fundadora del Instituto Superior Pedagógico Rubén Martínez Villena, de la entonces provincia de La Habana, como Vicerrectora de Pregrado.

Con la creación de la Escuela de Formación Emergente de Maestros Primarios Vicente Pérez Noa, en septiembre de 2001, fue designada su directora, responsabilidad que desempeñó brillantemente durante más de una década.

Allí moldeó la arcilla de los maestros emergentes, en los que creyó siempre, formó un claustro heterogéneo y unido que aún la venera. Con la ayuda de Rafael Rodríguez Ortiz (Felo), logró dotar a la institución educativa de su propio Bosque Martiano. Retornó a la formación de educadores en la Escuela Pedagógica Abel Santamaría Cuadrado, en el Cayo de la Rosa.

Trabajó como profesora en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos de la provincia de Artemisa y retornó a la Universidad de Artemisa para consagrarse al trabajo en el Departamento de Marxismo-Leninismo e Historia.

Las disímiles responsabilidades ocupadas por Caridad Julia Rodríguez Murciano no la apartaron jamás del aula y de la enseñanza de la Historia. Martiana desde la médula, la superación profesional fue constante en su vida.

Como ponente o miembro del tribunal participó activamente en eventos de Pedagogía, Universidad, Fórum de Ciencia y Técnica, coloquios martianos y de Ética, así como en eventos de Historia Local.

Sin lugar a dudas, Cary es una de las personalidades de la provincia de Artemisa con mayores aportes a la formación de maestros y a la enseñanza-aprendizaje de la Historia.

En sus más de 40 años de labor ininterrumpida prestó singular atención al rescate de la historia nacional y local, a la difusión del pensamiento del más universal de los cubanos y a la historia de la educación. Máster en Educación y Profesora Auxiliar, no se sentó a escribir libros porque dedicó todo su tiempo a formar hombres de ciencia y conciencia. No obstante, entre sus publicaciones más relevantes encontramos Análisis socio-histórico de las Constituciones Cubanas y La ética en las relaciones familiares de José Martí a través de su epistolario.

La vida y obra pedagógica de Caridad Julia Rodríguez Murciano se caracterizó por prestar singular atención al rescate de la historia nacional y local, a la difusión del pensamiento martiano y a la formación de educadores.

Su labor en la Sociedad Cultural José Martí, en la Unión de Historiadores y en la Asociación de Pedagogos dieron fe de ello.

Su batallar incansable la hizo merecedora del reconocimiento de cuantos la conocieron.

Cuando se supo la fatídica noticia de su fallecimiento sus más cercanos compañeros recordaron aquella frase del Che: “cuando han habido vidas luminosas, no puede haber muertes inútiles” (fin de la cita). Caruca: tu muerte reforzó el compromiso de todos los que formaste para no dejar de hacer por la educación y por la historia de Cuba.