Un niño no es un muñeco

Me dispuse a visitar el Hogar Materno del Ariguanabo para conocer sobre la salud de una amiga. Conversando con ella levanté la vista y divisé a una muchachita que por la primera impresión pensé que era un familiar de alguna paciente. Sus rasgos faciales reflejaban su niñez.

Al mirarla bien me di cuenta que estaba embarazada. No estaba presenciando un juego de muñecas. Era la realidad. Esa muchacha a los 14 años ya esperaba a su bebé. Ella no es la única con esa edad ingresada en esa institución de salud.

No bastan los mensajes emitidos por los medios de difusión masiva y las charlas realizadas en las escuelas, este incidente sigue apareciendo. El embarazo en edades cada vez más tempranas se está convirtiendo en un problema social y de salud pública, de alcance mundial. Constituye en la actualidad un reto de gran envergadura.

Este fenómeno pone al descubierto problemas serios, el embarazo es no deseado. Una vez que se entienden cuales son las causas del embarazo en la adolescencia, es necesario saber sus riesgos y consecuencias, pues cuanto más joven es la madre, más peligroso es el proceso.

Para el bebé: malnutrición, trastornos en el desarrollo y malformaciones y grandes probabilidades de morir en las primeras semanas de vida; y para la madre: falta de atención médica por desconocimiento del embarazo, riesgo de preeclampsia y eclampsia. Además del riesgo de fístula obstétrica, una lesión invisibilizada y con efectos devastadores sobre la vida de miles de mujeres, alta mortalidad de la madre, complicaciones debido a sepsis o hemorragias graves.

A nivel psicológico y social es habitual encontrarnos con abandono de los estudios, miedo a ser rechazada, ansiedad, estrés y problemas familiares, rechazo del bebé o aparición de trastornos emocionales graves, entre otros temores no ajenos a la realidad cubana.

Es necesario un mayor acercamiento de los padres al adolescentes, darle toda la confianza y hablarles sin descanso de las causas y consecuencias que puede conllevar el embarazo en la adolescencia. Nosotros como padres debemos mostrarles las vías necesarias para la protección, apoyarlos para evitar estos hechos lamentables que entorpecen la vida de los jóvenes.

Por tal razón, es necesario informar y educar a los adolecentes desde edades tempranas para evitar estos problemas y que la gestación llegue en el momento correcto.

Olga Álvarez Suárez
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