Barbarito Diez

Cuba ha dado a la música grandes voces. En toda la geografía mundial es conocido el talento de cubanos por sus melodías. Barbarito Diez conocido como «La Voz de Oro del Danzón» enalteció este género netamente cubano muy bailado en los salones de nuestro país.

Este cantante cubano de música popular romántica, en los géneros del danzón y el bolero fue poseedor de una voz hermosa. Desde pequeño comenzó a cantar en los actos culturales.

Una de sus profesoras fue quien descubrió su voz y talento musical y lo incorporó al coro de su escuela en los actos públicos. A fines de los años 20 formó el trío «Los Gracianos» con el trovador Graciano Gómez y el músico Isaac Oviedo, dando inicio de esta forma a su vida profesional. A partir de 1935, ingresó como voz solista en la orquesta del director y arreglista cubano Antonio María Romeu.

Esta agrupación, con sus modificaciones normales en la plantilla de músicos, acompañó a Diez en sus presentaciones y grabación. Este afamado músico cuando asumió la dirección de la orquesta y la llamó «Barbarito Diez y su orquesta» hasta los años ochenta.

Paralelamente a su labor en la orquesta de Romeu, fundó el Cuarteto Selecto, con el que realizó presentaciones en los cabarets de la bohemia Habana de los años cuarenta. Aunque su estilo estuvo siempre vinculado al danzón, en 1984 grabó en Venezuela su único LP de boleros, acompañado con las guitarras y voces del grupo venezolano «La Rondalla Venezolana».

Esta coproducción, hecha por convenio entre la empresa venezolana «Palacio de la Música» y la discográfica estatal cubana EGREM, que tenía en exclusividad a Diez, incluyó clásicos de la música popular como los boleros Frenesí e Idolatría y Arroyito de mi Pueblo, del músico y compositor dominicano Billo Frómeta. Una rosa de Francia, Capullito de Alhelí, Caballo Viejo, son algunas de las canciones que popularizó.

Hacia el final de su carrera artística, decidió disolver la orquesta que le acompañaba en sus últimos tiempos, debido a fricciones personales surgidas entre los músicos. Barbarito Díez murió en La Habana, retirado de toda actividad artística, el 6 de mayo de 1995 a consecuencia de la diabetes mellitus luego de haber sufrido la amputación de sus piernas. Su voz y ritmo peculiar resaltaron en la música cubana en diferentes partes del mundo.

Olga Álvarez Suárez
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