Seres especiales que dibujan con sonidos

Tal vez muchos no imaginan cuánta sensibilidad, dedicación, alegrías y estrenos de sonidos en los oídos guarda ese pequeño local muy cerca del parque Pablo de la Torriente Brau, aquí en San Antonio de los Baños. Un pequeño local que ha devuelto la alegría de escuchar la vida a muchos artemiseños, incluso ha sido cómplice de la sonrisa de un niño al escuchar por primera vez la voz de mamá.

Me refiero, amigo lector, al Centro Auditivo Provincial de Artemisa, ubicado aquí en el Ariguanabo, y que con sus servcios mejora la calidad de vida de sus pacientes.

Llego hasta el local y hay más de cinco pacientes. Mabel, la mamá de Yoan, uno de los más pequeños, me asegura que no basta agradecerle a los especialistas una y otra vez en cada consulta por todo lo que han hecho por su hijo. Asegura que estos hombres y mujeres que aquí laboran merecen el reconocimiento del pueblo, porque hacen hasta lo imposible por cada paciente.

También Rolando, un anciano de 84 años, confirma que son especiales todos los que laboran en este centro. Un lugar donde se realizan pruebas auditivas y moldes, la programación de los equipos y se brinda toda la información necesaria para mejorar la calidad de vida de los pacientes con dificultades auditivas.

En este centro contribuyen a que cada paciente disponga de las herramientas necesarias para afrontar su discapacidad. La atención a personas con limitaciones auditivas es una prioridad para este colectivo que dedica sus mayores esfuerzos a realizar el diagnóstico y también a mejorar la vida de niños como Yoan, ya que realizan tratamiento médico protésico y rehabilitador desde edades tempranas. Qué suerte contar con estos seres especiales que pintan con sonidos la vida de los que pensaban que el mundo estaba en silencio.