Por la paz y la no violencia, educar

Actualmente son muchos los conflictos que están suscitando en el mundo, pero también es mayor la cantidad de información que se consigue al respecto. Los niños y jóvenes están siendo constantemente bombardeados con datos, infografías, entre otros, que los exponen, querramos o no, a una realidad cada vez más violenta.

Comportamientos como el bullying en las escuelas, el ciberacoso y el escarnio digital están generando personas inseguras, con muy baja autoestima, niños con muy pocas o ninguna herramienta psicoafectiva adecuada para enfrentar estas situaciones.

Humanizar y democratizar el proceso pedagógico a partir de las vías y métodos educativos eficaces que, además, logren la prevención de cualquier manifestación de violencia, es una tarea constante en la educación cubana que se apoya en concepciones pedagógicas universales y nacionales. Su basamento filosófico es la formación de un ser humano capaz de conquistarse a sí mismo y a sus semejantes de manera ética, resolver los conflictos de su vida individual en las relaciones interpersonales, apostar por la soberanía nacional y las relaciones entre naciones, difundir una cultura de paz.

La política educacional cubana en las condiciones actuales contempla dentro de sus fines y propósitos: la formación de ciudadanos que se integran y se insertan en la construcción del proyecto social, con un enfoque de paz desde la solidaridad y la justicia social.

Educar para ello no es una tarea meramente intelectual, ni puede estar basada fundamentalmente en contenidos. Se ha de sostener en valores, actitudes, hábitos y conductas.

La educación facilita la adquisición y consolida valores, aptitudes y conocimientos fundados en el derecho humano que se aprenden a entender los conflictos como una oportunidad para facilitar el entendimiento y el progreso. La educación es una forma particular de fomentar valores de la cultura de la paz y la no violencia en la defensa de los Derechos Humanos.