Para sensibilizar a la opinión pública sobre las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la Tuberculosis (TB), y para redoblar los esfuerzos para acabar con la epidemia mundial de TB, cada año, el 24 de marzo, conmemoramos el Día Mundial de la Tuberculosis.

La fecha marca el día de 1882 en que el Dr. Robert Koch anunció que había descubierto la bacteria Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch que causa la tuberculosis, lo que abrió el camino hacia el diagnóstico y la cura de esta enfermedad.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que suele afectar a los pulmones. Se transmite de una persona a otra a través de gotitas de aerosol suspendidas en el aire, expulsadas por personas con enfermedad pulmonar activa. La infección suele ser asintomática en personas sanas, dado que su sistema inmunitario actúa formando una barrera alrededor de la bacteria. La tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más mortíferas del mundo. En el mundo, cada día, cerca de 4400 personas pierden la vida por la tuberculosis y cerca de 30.000 personas padecen de esta enfermedad prevenible y curable.

Cuba se encuentra entre los países de menor incidencia en el mundo, con una tasa inferior a 10 infectados cada 100 mil habitantes. No obstante, existen condiciones para su erradicación. El Programa Nacional de Prevención y Control de la Tuberculosis cuenta con un sistema de vigilancia desde la Atención Primaria de la Salud. En los consultorios los especialistas evalúan posibles contagios y monitorean a los grupos de riesgo.Se suministran cuatro drogas fundamentales en la primera fase y dos en la segunda, por parte del equipo básico de salud para asegurar que el paciente tome la dosis y observar cualquier reacción adversa. La TB constituye un padecimiento transmisible crónico, por tanto, su curación no es inmediata, sino que comienza al cabo de los seis meses de tratamiento efectivo y controlado.

Sin embargo, no bastan los esfuerzos del personal de la salud para frenar por completo este mal, se requiere de la colaboración de toda la población, en aras de una mejor comprensión de la enfermedad para mayor rapidez en su detección y control.

Es importante recordar que el uso del nasobuco y las medidas de aislamiento e higiene contribuyen en cierta medida a disminuir la propagación de la Tuberculosis.

Fuente:

Sitio Web Oficial de la Organización Mundial de la Salud.

Sitio Web Oficial del Ministerio de Salud Pública de Cuba.