Martí en el camino de “Amor con amor se paga”

Martí amaba mucho la tierra Azteca. Allí encontró amigos entrañables y admiradoras.

José Martí, con sólo 22 años, llegó a tierra mexicana. Lo hizo por el puerto de Veracruz que es, quizás, la porción más próxima a la Isla caribeña.

De allí, en ferrocarril, avanzó hacia la altura de la meseta y en el viaje descubrió la belleza de la naturaleza y, también, de la mujer indígena.

Ya instalado en el Distrito Federal, como cronista en la Revista Universal Martí, escribe los boletines parlamentarios con el seudónimo de Orestes.

El Héroe Nacional publica sus traducciones, como la de la novela del francés Víctor Hugo, Mes Fils, entonces se introduce en las tertulias de la sociedad y comparte con los próceres del liberalismo y del positivismo mexicanos.

En ese momento llega a su vida, con el aura de la leyenda, la hermosa Rosario de la Peña, conocida como «Rosario, la de Acuña», el poeta que se suicidó por no ganar el amor de la bella mexicana, autor del célebre Nocturno.

Rosario de la Peña y Llerena (24 de abril de 1847 - 24 de agosto de 1924)
Rosario de la Peña y Llerena                                (24 de abril de 1847 – 24 de agosto de 1924)

Rosario,
En ti pensaba, en tus cabellos
Que el mundo de la sombra envidiaría,
Y puse un punto de mi vida en ellos
Y quise yo soñar que tú eras mía.
Ando yo por la tierra con los ojos
Alzados -¡oh, mi afán!- a tanta altura
Que en ira altiva o míseros sonrojos
Encendiólos la humana criatura.
Vivir: Saber morir; así que aqueja
Este infausto buscar, este bien fiero
Y todo el Ser en mi alma se refleja,
Y buscando sin fe, de fe me muero!»

Así escribió el joven poeta cubano, el 29 de marzo de 1875 a la altiva mujer que, al parecer, no cayó rendida ante sus versos ni sufrió los efectos de la seducción.

José Martí se dedicaba, igualmente, a la crítica teatral, donde fue miembro de sociedades literarias y estableció fuertes lazos de amistad con figuras como Juan Dios Peza, José Peón Contretas, Enrique Guasp de Peris.

En la compañía de este último, y bajo instancia de sus amigos, escribió lo que él consideró un juguete cómico: «Amor con amor se paga», la única pieza teatral suya que vio representada en vida.

En el reparto, integrado por dos actores: una mujer y un hombre, ella con el nombre de Leonor (virtual homenaje que rinde a su madre) y él con el de Julián (el segundo nombre de Pepe Martí) se debatió, en un montaje de teatro, el eterno dilema del amor.

Olga Álvarez Suárez
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