Monumento erigido en memoria de los mártires de las Pascuas Sangrientas. Foto: Tomado del periódico Ahora.

Con el objetivo de recordar  las páginas revolucionarias de nuestra historia, se erigió un monumento a las víctimas de las Pascuas Sangrientas. ————————————————————————–

Por: Lic. Alejandro Batista.

Los días posteriores al desembarco del yate Granma, el 2 de diciembre de 1956, se desató en Cuba una brutal represión contra los opositores de la tiranía de Fulgencio Batista.

A partir del 23 de diciembre, en la entonces provincia de Oriente ocurrieron una serie de crímenes, conocidos por el pueblo como las Pascuas Sangrientas, por estar enmarcados en las festividades de Pascuas.

En el territorio de la provincia de Oriente el Movimiento 26 de Julio estaba muy bien organizado. La dirección nacional constituyó células primarias en Sagua de Tánamo, Mayarí, Nicaro, Antilla, Banes, Holguín, Gibara, Las Tunas y Puerto Padre. Como apoyo a la llegada de los expedicionarios del Granma se incrementaron las acciones revolucionarias.

El coronel Fermín Cowley Gallegos, jefe del Regimiento Militar de Holguín, había recibido la orden de evitar la ocurrencia en ese territorio de acciones de apoyo, similares al alzamiento del 30 de noviembre de 1956 en Santiago de Cuba. Su respuesta fue llevar a cabo la operación Regalo de Navidad, por considerar idóneo ese momento para asestar un golpe devastador al Movimiento 26 de Julio y al Partido Socialista Popular.

Los militares comenzaron la redada de los opositores al gobierno después de las 12 de la noche del 23 de diciembre y concluyeron antes del amanecer, con la orden de no detener a los revolucionarios, sino de liquidarlos. La operación de Fermín Cowley Gallegos se extendió hasta 4 días después, dejando un saldo de 23 jóvenes asesinados, pertenecientes a las actuales provincias de Holguín y Las Tunas.

Entre los asesinados se encontraba el máximo dirigente del Movimiento en Holguín, Pedro Miguel Díaz Coello. Muchos fueron arrancados de sus hogares, salvajemente torturados, asesinados y abandonados en carreteras, campos, debajo de puentes o colgados de árboles. Fue sin dudas, uno de los hechos más sanguinarios ocurridos durante el gobierno tiránico de Fulgencio Batista.

Con el objetivo de recordar y homenajear las páginas revolucionarias de nuestra historia, tras el triunfo de la Revolución se erigió un monumento a las víctimas de las Pascuas Sangrientas, en Holguín. Realizado por la escultora Electa Arenal, comunista mexicana radicada en la ciudad de los parques.

La obra es un grupo escultórico formado por tres figuras humanas: un hombre y una mujer que sostienen a un caído. Logradas de forma estilizada son expresión de la fuerza que redime el sacrificio de las familias y la sociedad en la lucha por la libertad de la patrimonumento de singular importancia en el oriente del país es el dedicado a la Colaboración Campesina.

Inspirado en una promesa de Raúl Castro al campesino Severo Pérez, la obra fue erigida frente a la casa de la finca Cinco Palmas. Simboliza la eficaz colaboración a los expedicionarios del yate Granma que se concentraron en ese lugar luego de la dispersión de Alegría de Pío, en diciembre de MI VNOC.

Las personas representadas, de izquierda a derecha, son: Adrián García, importante colaborador de la zona de El Plátano que, junto a otros campesinos, aseguró el paso de los rebeldes y ayudó junto a sus hijos durante la guerra. Debajo de su imagen se encuentra una tarja que dice: “Usted es Fidel Castro en primer lugar porque lleva una estrella en la gorra; segundo, porque sus expresiones son las de un gran jefe”.

El segundo personaje representa a Severo Pérez, que participó activamente en el apoyo logístico a la guerrilla, con la frase de Raúl: “Cuando triunfe la Revolución le vamos a hacer un monumento a usted cargando esos cubos de comida”. El tercero representa a Mongo Pérez, dueño de la finca, al que Fidel y los demás combatientes dejaron una carta de agradecimiento por la cooperación incondicional que recibieron.

Debajo de su imagen una tarja reproduce un fragmento de la carta de reconocimiento que le hicieran los expedicionarios con sus firmas. La obra fue concebida por el escultor manzanillero Wilfredo Milanés Santiesteban, quien contó con la colaboración de Ramón Cisneros y Michel Cabrera. En el 2004 se inauguró en fibrocemento y en el 2009 las figuras se fundieron en bronce.

FUENTE: Boletín Revolución, de la Oficina de Asuntos Históricos, diciembre de 2011

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