La lactancia materna proporciona a los bebés protección frente a muchas enfermedades, favorece su desarrollo cognitivo y facilita establecer un apego seguro con sus progenitora.

Hasta hoy se desarrolla la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

Una deficiente nutrición durante las primeras etapas del ciclo de vida puede conducir a daños irreversibles en el crecimiento físico y el desarrollo del cerebro.

En cambio, la buena nutrición tiene un efecto positivo. La lactancia materna es la forma óptima de alimentar a los bebés, ofreciéndoles los nutrientes que necesitan en el equilibrio adecuado y protección contra las enfermedades.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que los bebés sean amamantados exclusivamente durante los primeros seis meses de vida, y después introducir alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros, mientras se continúa con la lactancia materna hasta los dos años de edad o más.

La lactancia materna ayuda a prevenir el sobrepeso y la diabetes tipo 2 en la niñez, reduce el riesgo de sobrepeso y obesidad en un 13%, lo que contribuye a combatir las enfermedades no transmisibles causadas por la obesidad.

La lactancia materna protege contra la leucemia en la niñez.

Amamantar por seis meses o más se asocia con una reducción del 19% en el riesgo de leucemia en la niñez, comparado con un período más corto o con no amamantar.

Los bebés que son amamantados tienen un 60% menos riesgo de morir por síndrome de muerte súbita infantil, comparados con los que reciben la leche materna.

El efecto es aún mayor para infantes que reciben lactancia materna exclusiva.

El apego entre madre e hijo aumenta cuando las madres interactúan con sus hijos mientras amamantando, por lo je genera un impacto emocional efectivo entre ambos.

Períodos más prolongados de lactancia materna se asocian con respuestas más sensibles de las madres y la seguridad que se genera con el apego.

La lactancia materna aumenta la inteligencia de los bebés.

Los adultos que fueron amamantados cuando niños tienen 3,4 puntos más en los indicadores de desarrollo cognitivo.

Un aumento en el desarrollo cognitivo resulta en más años de escolaridad.

La lactancia materna es buena para el medio ambiente.

La leche materna es un recurso renovable y es producida por las madres y consumida por los bebés sin polución, empaque o desechos.

Son muchas las razones para promover esta práctica que aporta muchos beneficios en todas las esferas de la vida del hombre.

En esta semana dedicado a este acto de amor multipliquemos las voces en defensa de su práctica ctica en bien de la salud del neonato y la mamá.

Olga Álvarez Suárez
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