Hoy quiero hablarles de un trastorno de la personalidad común.
El trastorno de la personalidad narcisista es una enfermedad de salud mental en la cual las personas tienen un aire irrazonable de superioridad.
Necesitan y buscan demasiada atención, y quieren que las personas las admiren.
Es posible que a las personas con este trastorno les cueste comprender o no les importen los sentimientos de los demás.
Sin embargo, detrás de esta máscara de absoluta confianza propia, no están seguras de sí mismas y reaccionan fácilmente a la más mínima crítica.
El trastorno de la personalidad narcisista causa problemas en muchas áreas de la vida, como las relaciones interpersonales, el trabajo, la escuela o los asuntos financieros.
En general, las personas con trastorno de la personalidad narcisista pueden sentirse infelices y decepcionadas cuando no les hacen favores especiales o no reciben la admiración que creen merecer.
Pueden sentir que sus relaciones interpersonales son conflictivas y poco satisfactorias, y es posible que los demás no disfruten de su compañía.
Este trastorno afecta más a los hombres que a las mujeres y, por lo general, comienza en la adolescencia o a principios de la adultez.
Algunos niños pueden manifestar rasgos de narcicismo, pero esto suele ser típico de la edad, por lo que no significa que tendrán trastorno de la personalidad narcisista en el futuro.
Las personas con trastorno de personalidad narcisista están enamoradas de una imagen idealizada y pomposa de sí mismas. Y están enamoradas de esta imagen inflada de sí mismas precisamente, porque les permite evitar sentimientos profundos de inseguridad.
Pero sostener esos delirios de grandeza requiere mucho trabajo, y ahí es donde entran las actitudes y los comportamientos disfuncionales.
Las personas con trastorno de personalidad narcisista se resisten en extremo a cambiar su comportamiento, incluso cuando les causa problemas. Su tendencia es culpar a los demás.
Además, son extremadamente sensibles y reaccionan mal ante la más mínima crítica, desacuerdo o posible desaire, que consideran un ataque personal.
Cómo identificamos este trastorno mental: La pomposidad es la característica que define al narcisismo.
Más que arrogancia o vanidad, la pomposidad es un sentido irreal de superioridad. Los narcisistas creen que son únicos o «especiales» y solo pueden ser entendidos por otras personas especiales.
Es más, son demasiado buenos para cualquier cosa promedio u ordinaria. Solo quieren asociarse y que se les asocie con otras personas, lugares y cosas de alto estatus.
Como la realidad no respalda su pomposa visión de sí mismos, los narcisistas viven en un mundo de fantasía sostenido por la distorsión, el autoengaño y el pensamiento mágico.
Fabrican fantasías autoglorificantes de éxito ilimitado, poder, brillantez, atractivo y amor ideal que les hacen sentirse especiales y con control.
Estas fantasías los protegen de sentimientos de vacío interior y vergüenza, por lo que los hechos y las opiniones que las contradicen son ignorados o racionalizados de forma ilógica.
Los narcisistas nunca desarrollan la capacidad de identificarse con los sentimientos de los demás, de ponerse en el lugar de los demás. En otras palabras, carecen de empatía.
En muchos sentidos, ven a las personas en sus vidas como objetos que están ahí para satisfacer sus necesidades.
Como consecuencia, no dudan en aprovecharse de los demás para lograr sus propios fines.
A veces, esta explotación interpersonal es maliciosa, pero a menudo, es simplemente inconsciente.
Los narcisistas simplemente no piensan en cómo su comportamiento afecta a los demás. Y si se lo señalan, realmente no lo entenderán.
Lo único que entienden son sus propias necesidades. Frecuentemente, degradan, intimidan, acosan o menosprecian a los demás.
Cómo tratar con un narcisista: No se deje engañar por la fantasía.
Los narcisistas pueden ser muy carismáticos y encantadores. Son muy hábiles para crear una imagen fantástica y halagadora de sí mismos que nos atrae.
Nos sentimos atraídos por su aparente seguridad y sus elevados sueños, y cuanto más inestable sea nuestra propia autoestima, más seductor será el encanto.
Es fácil quedar atrapado en su red, pensando que cumplirán nuestro anhelo de sentirnos más importantes, más vivos.
Esto solo es una fantasía, bastante costosa. Los narcisistas no buscan compañeros, sino admiradores obedientes.
El único valor que usted tiene para el narcisista es ser alguien que puede decirle lo increíble que es para poder sostener su insaciable ego. Sus deseos y sentimientos no cuentan.
¿Qué hacer ante esta actitud? Establezca límites saludables. Las relaciones saludables se basan en el respeto y el cariño mutuos.
Pero los narcisistas no son capaces de una verdadera reciprocidad en sus relaciones.
No es solo que no quieran, es que realmente no pueden. No le ven. No le escuchan. No le reconocen como alguien que existe fuera de las necesidades de ellos. Por ello, los narcisistas regularmente violan los límites de los demás. Es más, lo hacen con un absoluto sentido de que es su derecho.
Lo primero que debe hacer para salir de estas personas con este trastorno es identificarlos.
No se sienta mal por evitarlos y sacarlos de su vida porque ellos terminarán arruinando la suya.
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