El primer eslabón es la familia

»La familia es la primera escuela donde se forman los valores rectores de la vida de los infantes»

Con mucha frecuencia escuchamos que la juventud está perdida, repetimos esta frase una y otra vez. ¿Por qué no nos detenemos a pensar por qué se afirma esto?

Reflexionemos: el vocablo perdida significa que no va por el camino correcto. Es aquí donde me detengo, ¿Qué hace la familia para que esto no pase? La familia es la primera y principal escuela de los niños, es aquí donde se forman los valores rectores de la vida de los infantes.

La honestidad, la honradez, los buenos modales y los hábitos higiénicos individuales y colectivos, entre otros, se fomentan en el hogar. El buen trato, la cooperación y la cortesía son rasgos esenciales para ser personas de bien. La primera escuela que tiene el niño es la familia.

Un buen funcionamiento interno de ésta garantiza un adecuado y óptimo desarrollo emocional. Esto permite un desarrollo infantil satisfactorio, beneficiando el aprendizaje de las normas, la adquisición de valores, la generación de ideas y de patrones de conductas ajustado al contacto exitoso con la sociedad.

El respeto de los padres a los hijos y viceversa es fundamental para una correcta relación, evitar requerirlos de forma grosera y en un tono inadecuado es vital para un buen entendimiento. Siempre es importante llamar a la reflexión a nuestros hijos y demostrar el camino correcto a seguir. La educación de los hijos es muy compleja pero si la acompañamos con gritos, palabras hirientes y ofensivas es más difícil.

Ser amigo de los hijos es una carta que tenemos debajo de la manga como se dice en el argot popular. Dejarlos libres en la calle y sin control es un error que se paga caro. En cada hogar se emplea un estilo educativo que, con más o menos éxito en la educación, ejerce un papel relevante en el desarrollo del niño. Es en la familia donde se van adquiriendo los primeros hábitos que funcionarán como herramientas para la vida para que el niño sea capaz de desenvolverse en su contexto.

La posibilidad de que el niño adquiera su cultura y se adapte al medio para participar en la vida social, será el ingrediente necesario con el que pueda adaptarse a la sociedad e interactúe en ésta. La puntualidad, la responsabilidad ante el estudio y las tareas del hogar hacen que mañana seamos hombres de bien. La familia es el núcleo fundamental de la sociedad.

Olga Álvarez Suárez
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