El Casino Español y el Círculo de Artesanos

Con una prolífica historia cultural, en San Antonio de los Baños han existido instituciones y personalidades de trascendencia nacional y arraigo popular.

Por: Lic. Alejandro Batista.

Entre las instituciones que marcaron la vida cultural de San Antonio de los Baños desde el siglo XIX se destacan el Casino Español y el Círculo de Artesanos.

Los vecinos de San Antonio fueron citados para una reunión que, por distintas causas, había sido suspendida 3 veces. A pesar de que la convocatoria venía del Teniente Gobernador de la Villa, Rafael de Gerona, solo asistieron 21 individuos de los 61 señalados. En la noche del 2 de septiembre de 1870, quedó constituido el Casino Español de San Antonio de los Baños.

Con anterioridad al año 1870 se realizaron gestiones en San Antonio de los Baños para formar el Casino Español. Luego de muchos esfuerzos, quedó electa su directiva y redactado el Reglamento provisional. La reunión fundacional fue presidida por el Teniente Gobernador Rafael de Gerona y actuó como secretario José Irigoyen, quien ejercía igual puesto en la Tenencia de Gobierno. Don Mariano Songel Llobregat resultó electo como director del Casino y 5 socios integraron la mesa directiva como vocales.

El 16 de septiembre de 1870 tomaron posesión de sus cargos y reformularon el Reglamento definitivo de la institución. En reunión de miembros, efectuada el día 18 de septiembre, se crearon nuevos cargos y fueron elegidas las personas que los ocuparían. Las responsabilidades de Secretario, Tesorero y Colector recayeron en Vicente Songel Llobregat, Manuel Suárez Díaz y José García Bongo, respectivamente.

El nuevo Casino Español de San Antonio de los Baños fue continuador del que existió anteriormente y heredó no solo el local y los muebles de aquel, sino también las deudas contraídas. Interesados en ampliar y mejorar sus instalaciones, surgió la idea de construir un teatro. Al efecto el Teniente Gobernador de la Villa del Ariguanabo, donó 400 escudos, recogidos entre los vecinos. El costo de la obra ascendía a 3000 escudos, sin contar el escenario y las decoraciones interiores.

En la sesión del 22 de septiembre de 1873 socios donaron, de sus fondos personales, 400 escudos cada uno. Se creaban las bases de una institución que mucho haría por la cultura ariguanabense.

La sociedad Círculo de Artesanos surgió por un incidente, reflejo de las diferencias de clases existentes en el siglo XIX. Resulta que un hijo del pueblo, decente y bien portado, pero tabaquero de oficio, fue fuertemente criticado por asistir a un baile de la aristocracia de la Villa. El suceso movió que algunos representantes de la clase obrera ariguanabense, se reunieran y acordaran fundar una sociedad netamente cubana y de carácter democrático, donde todos tuviesen cabida.

Fueron sus promotores José Herrera, Tiburcio Duque, Francisco Morales, Juan Cantalapiedra, Manuel Trejo, Francisco Calderón, Carlos Cepero, Martín Llanes, Francisco Ubeda, Pepe Ramos y Lucas Valenzuela. Aceptada la idea, hubo que desecharla debido a las persecuciones de la época. Después del Pacto del Zanjón, fue retomada y acogida con entusiasmo popular.

Así, el 23 de octubre de 1881, quedó inaugurada dicha institución bajo el nombre de Círculo de Artesanos. Su primer presidente fue Manuel Prieto. Desde entonces, la institución representó para la Villa del Ariguanabo, lo que para Cuba fue la Sociedad Económica de Amigos del País.

En aquel día memorable, del nacimiento de la Sociedad Círculo de Artesanos, ocuparon la tribuna los mejores oradores de San Antonio de los Baños. El inspirado literato Miguel Antonio Porto recitó la poesía escrita por el licenciado Juan Cantalapiedra, donde expresa, con la brevedad de sus versos, lo que fue aquella institución para la Villa del Ariguanabo.

Subid, subid por la riscosa vía

Los que lloráis las esperanzas muertas;

No desmayéis, es tiempo todavía

De sacudir el yugo, ya es de día,

Y el gran taller del mundo abre sus puertas.

 

FUENTE: Fichas en poder del autor.