Cómo anular a una persona

Sobre el valor del esfuerzo te comento en la siguiente reflexión.

El peor daño que se le hace a una persona es darle todo. Quien quiera anular a otro sólo tiene que evitarle el esfuerzo, impedirle que trabaje, que proponga, que se enfrente a los problemas o posibilidades de cada día, que tenga que resolver dificultades.

Regálale todo: la comida, la diversión y todo lo que pida. Así le evitas  usar todas las potencialidades que tiene, sacar recursos que desconocía y desplegar su creatividad. Quien vive de lo regalado se anula como persona, se vuelve perezosa, anquilosada y como un estanque de agua que por inactividad pudre el contenido.

Aquellas familias que por «amor»  regalan todo a sus hijos, los  vuelven los  más pobres  entre los pobres. Es una de las caras de la miseria humana: carecer de iniciativa, desaprovechar los talentos, potencialidades y capacidades con que están dotados casi todos los seres humanos.

Quien ha recibido todo regalado se transforma en un indigente, porque asume la posición de la víctima que sólo se queja. Cree que los demás tienen obligación de ponerle todo en las manos, y considera una desgracia desarrollarse en un trabajo digno.

Es muy difícil que quien ha recibido todo regalado, algún día quiera convertirse en alguien útil para sí mismo. Le parece que todos a su alrededor son responsables de hacerle vivir bien, y cuando esa «ayuda» no llega, culpa a los demás de su «desgracia», no por anularlo como persona, sino por no volverle a dar. La vida sin esfuerzo es un envoltorio vacío, un regalo que no nos pertenece.

Esfuérzate  y  lucha por mejorar. Lo único que necesitas  para conseguirlo es perseverancia.

Fuente: Internet

Janet Pérez Rodríguez
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