Eres el dueño de tu vida, cuando sientas que algo o alguien te perjudica: Deja de insistir. El siguiente comentario te hará reflexionar acerca del tema.
Cuando noté que aferrarme a los hechos que lastimaban a mi cuerpo y mi espíritu me hacía daño, dejé de insistir. Dejé de insistir donde no había lo que buscaba. Dejé de pedir en manos cerradas. Dejé de esperar en sillas ocupadas y de intentar en un cuerpo ajeno.
Renuncié a pretender que el otro entendiera y dejé de poner los ojos afuera. Entonces… llegó la magia. Volví a mí, como único destino posible y como único camino disponible. Regresé como el único reencuentro pendiente. Volví y pude verme las costillas, los dolores y mi alma deshidratada.
Me acepté, acaricié y perdoné. Me recosté sobre mi hombro, nombré con mi propia voz y me encontré. Estoy distinto pero intacto. Me tengo otra vez. Tengo las llaves de las puertas que quiero abrir. Acá, adentro. Afuera solo están las cerraduras. Pero yo decido dónde y de mí depende cómo. Yo decido y dónde. Ahora soy el que elijo cómo.
¿Te parece saludable dejar de insistir? Pues… ¡Adelante!
Fuente: Internet
- Jóvenes médicos tienden puente de salud y esperanza entre Candelaria y el Ariguanabo - 21 de mayo de 2024
- Sin perder la ternura - 19 de mayo de 2024
- Quisicuaba: amor, maravillas y valores humanos (+Video) - 17 de marzo de 2024