Foto tomada de Granma Digital

La buena atención al cliente es esencial en cualquier entidad de servicios.

Sin embargo, en el Ariguanabo es frecuente encontrar establecimientos donde los trabajadores brindan una atención deficiente, lo que genera insatisfacción y malestar entre los usuarios.

En la atención al cliente cada detalle cuenta.

Uno de los problemas más comunes es la falta de atención por parte de los trabajadores.

Es habitual llegar a un lugar y encontrarse con empleados que están más pendientes de sus teléfonos móviles o de conversar entre ellos que de atender a los clientes.

Esta actitud no solo es grosera, sino que también es una falta de respeto. Los clientes tienen derecho a ser atendidos con amabilidad y eficiencia, independientemente de lo ocupados que estén los trabajadores.

Otro problema es la falta de capacitación del personal. En muchos casos, los trabajadores no están preparados para brindar información adecuada o resolver problemas de manera efectiva. Esto puede generar frustración y pérdida de tiempo para los clientes o incluso para los pacientes, porque he sido testigo de este propio ejemplo en entidades de salud pública de nuestro municipio.

La mala atención en las entidades de servicios es un problema que debe ser abordado de manera urgente.

Los trabajadores deben estar capacitados y comprender la importancia de brindar un buen servicio a quien lo solicite.

También es necesario que estas entidades implementen mecanismos para evaluar la satisfacción del cliente y tomar medidas para mejorar la calidad de la atención.

Mientras tanto, los clientes deben exigir un buen servicio y no tolerar la mala atención.

Podemos hacerlo expresando nuestras quejas de manera respetuosa a administrativos y directivos o en los libros de quejas y sugerencias, incluso con los delegados quienes son nuestros representantes a nivel municipal.

Desde mi punto de vista, sólo a través de las opiniones de los clientes y el compromiso de las entidades de servicios, podremos mejorar la calidad de la atención en el Ariguanabo.

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Por Adrian