Accidente múltiple, ocasionando varios heridos y lesionados, ocurrido en el kilómetro 6 de la Avenida Finlay, en la ciudad de Camagüey, el 9 de abril de 2014. AIN FOTO/ Rodolfo BLANCO CUE/sdl

Cada 15 minutos muere en el mundo una persona por causa de un accidente automovilístico.

Es una noticia frecuente. En Cuba se incrementa en el periodo vacacional, con resultados lamentables.

La responsabilidad no tiene edad pero, sin lugar a dudas con los años las personas se vuelven más cuidadosas y más temerosas ante hechos cotidianos. De ahí, la importancia de alertar a los choferes noveles acerca de los riesgos y consecuencias que puede acarrear una conducta irresponsable en la vía.

Calles en muy malas condiciones, vehículos con desperfectos técnicos y algunos carentes de inspección, peatones irresponsables, choferes que no respetan el derecho de vía, velocidades impensables en lugares no apropiados, uso del celular mientras manejan, efectos del alcohol y no atención al volante, son motivos que provocan los fatales accidentes.

La primera causa de muerte de jóvenes en Cuba es por accidentes del tránsito. La inexperiencia y la autosuficiencia son rasgos que no benefician a los choferes de menos edad, ninguno piensa que la desgracia le va a tocar…hasta que ocurre.

La etapa de vacaciones se convierte en un amplio movimiento de vehículos y pasajeros a cualquier hora del día y además, aumentan en este periodo las lluvias y fenómenos naturales que hacen mas difíciles el tránsito diario, por lo que debemos elevar la atención a la vía para no lamentar segundos que no volverán.

La familia y la escuela constituyen eslabones fundamentales para la educación de los jóvenes, “darse unos tragos” implica responsabilidad plena y muchas veces encontramos jóvenes con bebidas en mano compitiendo como corredores de Fórmula uno, sin importar el paso y ajenos al mundo real.

Lamentarse cuando ocurren desenlaces fatales no es lo correcto. Hay que explicar advertir sobre la buena conducta de un chofer.

La sensatez es necesaria a cualquier edad, sin embargo, en la juventud bregar con suerte sobre nuestros excesos parece ser una máxima que cada cual vive de una manera u otra.

El mensaje que les doy es sencillo: Solo debemos tener una actitud responsable.

Carmen Lieng Mena Lombillo
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