A 47 años del fatídico suceso, toda Cuba recuerda los tristes días de luto.

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El vuelo regular CU-455 de Cubana de Aviación despegó el 6 de octubre de 1976 del aeropuerto Seawell, en Bridgetown, Barbados, rumbo a Jamaica y La Habana, con 73 personas a bordo.
El avión nunca llegó a su destino por una acción terrorista que conocía el Gobierno de EEUU. El crimen que permanece impune 46 años después.
Regresaban a casa en ese vuelo los 24 integrantes del Equipo Juvenil de Esgrima cubano, ganadores del Campeonato Centroamericano y del Caribe. Era un avión lleno de gloria y triunfos.
La nave hizo su despegue y pocos segundos después, tras la explosión producto de un ataque terrorista,  silenció la radio dando muestras de un triste final.
Representación de la explosión en el avión de Cubana. Tomado de Ecured.
Representación de la explosión en el avión de Cubana. Tomado de Ecured.

Reiteradas denuncias de Cuba en Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad, en estos 47 años transcurridos, han demostrado la responsabilidad de los autores del crimen y de la Agencia Central de Inteligencia CIA, como financista y protectora de sus confesos agentes asesinos.

Juicios amañados, absoluciones inexplicables y condenas incumplidas, son evidencia de la impunidad que otorgó Estados Unidos a esos terroristas.

De ahí, la gran veracidad en las palabras de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, durante el sepelio de las víctimas, al pronunciar: «Cuando un pueblo enérgico y viril llora la injusticia tiembla».

Fragmento del trascendental discurso pronunciado el 15 de octubre de 1976 por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, en el acto de despedida de duelo de las víctimas del ataque terrorista.

 

Eleanet Vidal Arteaga