Una herramienta para el alma: la autoestima

«El niño debe sentirse seguro de su capacidad para resolver los desafíos que le impone la vida»


La valoración que otorga el individuo a sus características y capacidades personales constituye la autoestima.

Es una dimensión valorativa respecto a qué sentimos, cómo somos, en qué medida valoramos nuestras características, hasta qué punto estamos orgullosos de nuestros logros o nos sentimos avergonzados de nuestros fracasos.

Tener una buena autoestima es fundamental para las personas, tanto en la consecución de llevar una vida como quieren y cumplir sus objetivos, como en su crecimiento personal.

En este sentido, la autoestima es importante, porque tenerla en equilibrio nos ayuda a confiar en nosotros mismos, en nuestras capacidades y habilidades para así poder marcarnos objetivos mucho más reales de lo que realmente queremos y confiar en que podremos conseguirlos.

Entonces, esto nos activa en la perseverancia, la confianza, para que la persona se sienta capaz y luche por los objetivos que tiene, con la finalidad de que pueda tomar el control de su vida.

De esta manera, podrá decidir lo que quiere para no llevar una vida marcada por lo que esperan los demás de ella, o bien en agradar a los demás y tomar las decisiones basadas en los demás que no en uno mismo.

¿Cómo podemos ayudar a nuestro niño a fomentar la buena autoestima?

Desarrollando el sentido de seguridad. El niño debe sentirse seguro de sí mismo y de su futuro. El joven necesita sentirse aceptado y querido por otros, comenzando por su familia y después extenderse a otros grupos tales como los amigos, los compañeros de clase, los compañeros de equipos deportivos.

Sin esta aceptación o identidad de grupo, él o ella puede sentirse rechazado, solo y a la deriva sin un hogar, una familia o un grupo. Su niño debe tener metas que le den sentido, propósito y dirección a su vida y una vía para canalizar su energía, para alcanzar logros y para expresarse.

Si carece de un sentido y propósito para su vida, puede sentirse aburrido, sin metas e incluso resentido por ser presionado por usted o por otras personas en ciertas direcciones.

Su niño debe sentirse seguro de su capacidad para resolver los desafíos en su vida. Este sentido de fortaleza personal emana de haber tenido experiencias positivas y haber resuelto problemas por sí solo, de ser creativos y obtener resultados positivos por sus esfuerzos.

Su niño necesita sentir que puede confiar en usted y en sí mismo. Para logar este objetivo, usted debe mantener sus promesas, brindarle apoyo y solidaridad y darle oportunidades para demostrar que es digno de confianza. Esto significa creer en su niño, y tratarlo como persona honesta.

Dé a su niño la oportunidad de demostrar lo que él o ella son capaces de hacer. Permítale asumir responsabilidades o trabajos sin ser supervisado todo el tiempo. Esto demuestra que usted le tiene confianza, una especie de ensayo para «dejarlo solo». Tenga fe.

Su niño desarrollará un sentido de importancia y responsabilidad, si usted le brinda oportunidades de participar y de contribuir de una manera significativa en una actividad. Hágale saber que ella realmente cuenta.

No sólo tiene su niño la necesidad de lograr metas, también necesita recibir comentarios y reconocimiento, un mensaje significativo de que hace las cosas bien, de que son del agrado de otras personas y de que «lo está logrando».

Anime y elogie a su hijo, no sólo por lograr una meta fijada, sino también por sus esfuerzos, e incluso por los pequeños progresos o cambios para mejorar.

De esta manera logrará una buena autoestima, esa que en el futuro le ayudará a ser un hombre de bien.

Pero… cuidado; recuerde, si malo es no llegar, peor es pasarse.

Reconocer los logros ayuda mucho, pero sobrevalorarlo trae malas consecuencias. Téngalo siempre presente.

Olga Álvarez Suárez
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