Un grande de Santa Isabel de las Lajas

Por: Rosicler Quiñones Salgado.

Enamorados continuamos los cubanos de la voz y el  ritmo inigualable de Benny Moré, a 61 años de su fallecimiento.

Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez nació un 24 de agosto de 1919 en Santa Isabel de Las Lajas, en una humilde familia. »El Bárbaro del ritmo», como también se le conoce, demostró desde pequeño gran vocación para la música.

Ya a los 10 años se las ingeniaba para producir sonido de un tres verdadero e irse de fiesta por el barrio. Durante su juventud decidió partir hacia La Habana. Por aquella época ya había probado suerte con agrupaciones musicales y poseía condiciones para el canto, a pesar de no tener estudios al respecto.

Aunque no fue fácil su estancia en La Habana en búsqueda de una oportunidad en el mundo de la música, el talento y el azar hicieron su parte. Siro Rodríguez, integrante del famoso Trío Matamoros, lo escuchó cantar  y esto hecho fue esencial para su futuro. Benny acompañó a Matamoros, grabó con ellos y cumplió un contrato en México, donde alcanzó gran reconocimiento.  Allí realizó giras, grabó e interpretó para la banda de Dámaso Pérez Prado y fue proclamado merecidamente como el Príncipe del Mambo.

A fines de 1950 viaja definitivamente a Cuba, y por el año 1953 crea su famosa Banda Gigante y su música llenò las ondas radiales de la isla.

Dotado de una fluida y expresiva voz, y una alta sensibilidad musical, abarcaba en sus canciones todos los ritmos y matices de la música popular cubana, característica que le aportó un sello inigualable a su repertorio. Sus textos y notas evidenciaban a ese artista del pueblo, de su gente, con la cubanía en la sangre.

“Cómo fue”, “Qué bueno baila usted”, “Hoy como ayer”, “Bonito y sabroso”, son solo algunos de los temas que inmortalizó. Su última presentación ocurrió el domingo 17 de febrero de 1963, en la localidad de Palmira, Cienfuegos.

La muerte de Benny Moré el 19 de febrero de 1963 a los 43 años, fue una pérdida muy dolorosa para los cubanos, bailadores y seguidores de su carrera. En el sitio que lo vio nacer, su querida Santa Isabel de las Lajas, descansan los restos de este grande de cultura cubana.

Hoy, pareciera que la música de Beny Moré nunca nos abandonará y todavía hará latir  el corazón de muchas generaciones.