El 5 de marzo de 2013, el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, murió a los 58 años de edad, tras dos años de lucha contra el cáncer y más de 13 al frente del país.

Justo a las 4 y 45 de la tarde la vida se llevaba al fundador de la llamada revolución bolivariana.

Con su muerte nació el nuevo comienzo de un bello legado, envidia para cualquiera que ama la paz, la justicia, la igualdad.

Fue de los humildes y para los humildes y los venezolanos aún viven orgullosos de su permanencia y de sus aspiraciones.

Con su inteligencia y astucia, el líder de la Revolución bolivariana, siempre le ofreció a su pueblo confianza, unidad, pasión y compromiso con el futuro.

Este gran hombre tiene un lugar en el corazón de los vindicadores; no solo por ser amigo, sino también por regalar lecciones de lucha y siempre seguirá desde el lugar sublime que ocupa, engrandeciendo a su Patria y a la América.

En estos tiempos que corren, el reconocido eco de su verbo, viene en forma de brisa a embellecer la tierra, con la conciencia de que otro mundo es necesario.

Su accionar ante una sociedad más justa es una de las hazañas que más se recuerda, pues el Comandante supremo Hugo Rafael Chávez Frías unió a las Fuerzas Armadas con el pueblo, fortaleció el papel de la mujer, permitió una visión diferente de nuestro continente y así alcanzó la altura de los gigantes de Suramérica. Por ello, Venezuela no olvida sus consejos de estar alerta y defender el nacimiento de un nuevo país.

El vínculo entre Chávez con Cuba se inició desde antes que fuera electo presidente.

Su primera visita fue en diciembre de 1994 cuando en aquel entonces, el teniente coronel Hugo Rafael Chávez acababa de salir de prisión y, en un gesto de valentía, aceptó la invitación que le cursara el Historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler y vino cargado de sueños y convicciones, con el ansia de comenzar a construir una indestructible amistad.

Desde que puso sus pies en el aeropuerto internacional José Martí, donde lo esperaba el Comandante en Jefe Fidel Castro, expresó: “Yo no merezco este honor, aspiro a merecerlo algún día en los meses y en los años por venir”.

Durante todo su mandato presidencial, las relaciones entre Venezuela y Cuba fueron una prioridad para el gobierno de Chávez, las que se fortalecieron mediante la firma de varios acuerdos y convenios que ayudaron a establecer un puente bilateral entre las dos naciones.

Hoy recordamos al eterno Hugo Chávez, el hombre que cambio el curso de la historia de Venezuela. Sin duda alguna, es y seguirá siendo un referente para las luchas emancipadoras de los pueblos.

Los dirigentes y movimientos de izquierdas nacionales e internacionales, reconocen al Comandante Chávez, como un hombre valiente, con un legado inconmensurable.

Chávez es corazón del pueblo, y el pueblo está aquí, en el corazón de Chávez.

Damarys Arissa Posada - González
Últimas entradas de Damarys Arissa Posada - González (ver todo)

Deja una respuesta