El Cochero Azul

El cochero Azul, simpática e inolvidable obra, tiene como destinatarios a los niños.

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El Placer de Leer es una de las secciones del programa radial Al Caer la Tarde que le invita a conocer el maravilloso mundo de los libros. Radio Ariguanabo le convida a escucharla de lunes a viernes desde las 7.45 pm hasta las 8.00 pm, por las frecuencias 107.5 y 105.3 FM.

Hoy le recomiendo el libro El cochero Azul, de la reconocida escritora cubana Dora Alonso. Las aventuras de un singular grupo teñido de azul por campos y pueblos imaginarios, derroche de buen humor cubano en un texto infantil que vence al paso del tiempo.

En el camino de la costa de Varadero, cerca de Carboneras, vivía un Cochero llamado Martín Colorín, que tenía dos hijos, un perro sato, un caballo blanco y un coche viejo. De tanto mirar el mar durante años y años, Martín acabó por desear que cuanto lo rodeara fuera del mismo color azul.

Para tratar de conseguirlo, compró una lata de esmalte azul y una brocha, llamó a sus hijos para que lo ayudaran y empezó por pintar el coche de la rueda a las varas (…) Luego de discurrir por breve tiempo, decidieron teñir del mismo tono la ropa que vestían, el calzado, los sombreros y tratar de agenciarse tres pelucas de largos pelos que flotarían al viento como banderolas.

Marcha rumbo cangrejo (pues con una simpática decisión, utilizan como brújula a este animal) en compañía de sus hijos, a lugares extraordinarios que conforman una historia llena de ingenuidad y humor: el «Pipisigallo», tres simpáticos payasos con los corazones latiéndoles a la vista de todos o un pueblo que, fuera de la geografía, inusitadamente, llegó en una manga de viento.

Esta simpática e inolvidable obra tiene como destinatarios a los niños, sin embargo, posee mensajes que hacen reflexionar al público adulto, como por ejemplo la conversación de la rana Casilda con su esposo: »Mira, Rufino —porfiaba Casilda, poniéndose sus argollas de oro y bien envuelta en su chal—: ya es hora de que las mujeres se liberen. Soy progresista y reclamo mis derechos. Hoy no cocinaré».

También es asombrosa la definición del miedo: »En cada sobre hay un miedo bien clasificado, y al abrirlos y comprobar que no tienen nada dentro, los niños se vuelven valerosos. No vuelven a asustarse ni a llorar en la oscuridad ni a temerles a esas tonterías, porque se convencen de que el miedo es nada. Un poquito de nada, que, cuando se quiere ver o tocar, se desvanece».

¿Regresarán los protagonistas al azul de Varadero o decidirán seguir una vida de emocionantes aventuras? La respuesta la encontrará en El cochero Azul, un libro que disfrutará tanto a solas, como en familia y que puede encontrar en las bibliotecas.

Janet Pérez Rodríguez
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