La sombra del cobro irregular

En medio del panorama de los cuentapropistas, especialmente los carretilleros, surge una problemática que no puede pasar desapercibida: el cobro irregular que se ha vuelto moneda corriente en muchas interacciones comerciales. ¿Qué sucede cuando el precio en la tablilla no es más que una mera sugerencia y se convierte en una puerta abierta al inflar los costos arbitrariamente?.

Los carretilleros, con su presencia cotidiana en las calles, se han convertido en una imagen familiar de la economía informal. Sin embargo, detrás de esa aparente familiaridad se esconde a menudo una práctica cuestionable: el cobro a discreción, dejando a un lado los precios establecidos y sorprendiendo a los clientes con tarifas que distan mucho de la transparencia y la equidad.

Imagínense la escena: un cliente se acerca a la carretilla de un vendedor, observa los precios en la tablilla con la esperanza de encontrar un punto de referencia claro, pero al momento de realizar la compra, se ve enfrentado a un monto significativamente mayor al anunciado. ¿Dónde queda la confianza del consumidor en unos precios topados que le da la espalda de esta manera?

Este fenómeno no solo afecta la economía de los consumidores, sino que también mina la credibilidad de los cuentapropistas y socava los cimientos de la confianza en el comercio local.

Entonces, me surgen varias interrogantes ¿cómo podemos construir una sociedad justa y equitativa si permitimos que estas prácticas irregulares se perpetúen impunemente? ¿es este comportamiento simplemente una estrategia de supervivencia en un entorno económico difícil, o estamos ante un flagrante abuso de poder que atenta contra los principios básicos de la honestidad y la transparencia en las transacciones comerciales?

Es responsabilidad de todos, como consumidores informados y críticos, exigir una actuación ética por parte de los cuentapropistas y promover prácticas comerciales justas y transparentes que beneficien a toda la comunidad. No dejemos que la sombra del cobro irregular oscurezca la relación entre comerciantes y consumidores.