Celia (2da Parte final)

El 9 de mayo nació en el poblado de Medialuna, en Manzanillo, una de las mujeres imprescindibles de la Historia de Cuba: Celia Sánchez Manduley. En la primera parte de esta reseña le comenté acerca de su trayectoria revolucionaria en la Sierra Maestra y en el apoyo a las fuerzas del Ejército Libertador. Hoy le invito a conocer sobre su labor después de 1959.

Posterior al triunfo de enero de 1959 Celia Sánchez se mantuvo junto a Fidel con el mismo espíritu y voluntad. Fueron muchas y diversas las actividades que asumió, y las cuestiones en que intervino, las necesidades a las que quiso dar respuestas, las obras que impulsó y creó directamente. Nada le impidió a Celia continuar la atención a los problemas de la población.

Entre las múltiples tareas que desempeñó están la de Secretaria de la Presidencia y del Consejo de Ministros, y posteriormente del Consejo de Estado; la creación de la Oficina de Asuntos Históricos, de la Escuela Sierra Cojímar para niños procedentes de la Sierra Maestra y las escuelas de superación para las llamadas domésticas y la de mujeres choferes en Santa María del Mar.

Se destacó su atención directa a la construcción de obras de beneficio social como el centro turístico Guamá, el parque La Güira, la casa de los Cosmonautas, la heladería Coppelia, el parque Lenin, la Ciudad de los Pioneros José Martí, el campamento Volodia, el Palacio Central de Pioneros Ernesto Che Guevara, el Zoológico Nacional, el Palacio de Convenciones y el hospital Frank País, entre otros centros.

En 1965 Celia Sánchez fue electa miembro del Comité Central del Partido y en 1976 diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, integrando el Consejo de Estado, hasta su desaparición física el 11 de enero de 1980.

En sus honras fúnebres, contaron con la presencia de Fidel, Raúl y miles de cubanos que le rindieron homenaje. Armando Hart, en sus palabras de despedida, la caracterizó de la manera más genuina, al decir que Celia, era la flor más autóctona de la Revolución.