Artemisa recuerda a su patriota insigne

Ciro Redondo murió en combate contra el ejército batistiano, el 29 de noviembre de 1957 a los 25 años de edad.

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Ciro Redondo García nació el nueve de diciembre de 1931 en la ciudad de Artemisa. Desde muy joven participó en acciones revolucionarias contra el gobierno de Fulgencio Batista y en el asalto al Cuartel Moncada.

Formó parte de los 82 expedicionarios del yate Granma y logró sobrevivir al primer encuentro con el ejército batistiano, en la batalla de Pino del Agua. Estuvo entre los doce hombres que se reunió con Fidel para continuar la lucha revolucionaria.

En la Sierra Maestra Ciro Redondo participó en varios combates, entre ellos: el ataque al puesto militar de La Plata, Arroyo del Infierno, Altos de Espinosa, ataque al Bueycito, El Hombrito y el primer combate de Pino del Agua.

Ciro formó parte de la columna número uno José Martí y después de una reestructuración integró el Estado Mayor o Comandancia, bajo las órdenes de Fidel. La lucha en las montañas fortaleció al hijo de Artemisa.

Sobre su coraje y disposición en los campos de batalla habló el Che en más de una ocasión en su libro Pasajes de la Guerra Revolucionaria. Ciro creó un silbido especial para que sus compañeros lo identificaran, muy útil en aquellos tiempos de lucha en la espesura de la Sierra Maestra. Por su coraje y entrega Ciro Redondo obtuvo el grado de Capitán del Ejército Rebelde.

Por su valentía el patriota artemiseño Ciro Redondo se ganó el respeto y la admiración de sus compañeros. Sobre Ciro, contó Gelasio Hernández, uno de sus compañeros de lucha: ‘’Sabía tirar bien, no se cansaba por duro que fuera el entrenamiento y siempre sonriente. Fue a la guerra convencido de que el precio podía ser la muerte, lo que nunca le preocupó’’.

La muerte para el hijo de Artemisa no tenía importancia si se alcanzaba el triunfo y se lograban cambios en beneficio de la sociedad, así le dijo a su hermana Zobeira en una carta que le envió desde la Sierra. En la misiva le decía: ‘’Manda al niño a la escuela, prepararlo para la vida… en la Cuba que se espera solo tendrán oportunidad los que estudien y comprendan por qué estamos haciendo esto. Los beneficios de nuestros sacrificios los recibirán solo los niños. A nuestra generación le tocó el sacrificio, a ellos los beneficios.

El sacrificio de Ciro fue truncado sin ver el triunfo. Murió en combate contra el ejército batistiano, el 29 de noviembre de 1957 a los 25 años de edad. Sus compañeros de lucha siguieron su ejemplo.

Testimonio del hermano de Ciro Redondo.