Tomado de elartemiseño:

Por supuesto que es muy pronto aún para saber nombres o cifra de integrantes de nuestra delegación artemiseña, pero en el horizonte debe estar esa vista, porque los Juegos Panamericanos Júnior de Asunción 2025 serán la fiesta del deporte joven de América, la oportunidad de evaluar el talento bisoño de esta tierra.

Cuba planea inscribir en esa cita muchos más que los 54 deportistas asegurados hasta la fecha, en balonmano masculino, en canotaje, ciclismo, patinaje, voleibol y vóley de playa. Y Artemisa espera sumar a esa lista a sus estelares de judo, atletismo, bádminton, balonmano… No habrá mejor manera de aquilatar con exactitud la reserva para los próximos ciclos olímpicos, y de paso obtener la mayor cantidad de plazas rumbo a los Juegos Panamericanos de Lima 2027.

Los organizadores confirmaron que el certamen premiará con boletos a los campeones de pruebas individuales y a los países que encabecen deportes de conjunto, como sucedió en la primera edición de 2021, organizada en Cali, Colombia.

Estiman que, del 11 al 20 de julio de 2025, acogerán a 4 500 atletas, entre los 12 y 22 años de edad, procedentes de las 41 naciones de Panam Sport.

La mayor de las Antillas llevó a Cali 212 deportistas. Con 29 medallas de oro, 19 de plata y 22 de bronce, ocupó el quinto lugar. Seis artemiseños intervinieron en esa justa; regresaron con dos preseas doradas y una de plata. En tierras colombianas el ariguanabense Omar Cruz León se dio un baño de oro. Su agarre perfecto a la solapa, rapidez de piernas y hermética defensa, le garantizaron al fornido judoca total superioridad en el tatami, en la división de más de 100 kilogramos.

Recordamos también a un muy joven Noslen Díaz, entonces junto a Luis Enrique Reyes. Ya asombraban a los amantes del voleibol de playa, al vencer en la fase de grupos a la dupla brasileña (campeona mundial de la categoría); aunque, finalmente, obtuvieron el segundo lugar, tras la revancha de estos en la final. Sin dudas, fue una gran actuación.

A la par de una nueva hornada de nadadores brasileños, ciclistas mexicanos y colombianos, aquellos Juegos mostraron al mundo el talento que sigue floreciendo en las ciudades, barrios y lomeríos de Cuba. Cierto, nuestro deporte no vive su mejor momento, en tanto sí se observa un crecimiento notable en la región, incluso con el apoyo técnico de entrenadores del Caimán Rebelde. Aun así, un país sin grandes recursos materiales, pero considerables recursos humanos, sigue escribiendo páginas de voluntad suprema.

A eso debemos aferrarnos, a sabiendas de que la situación no cambiará ostensiblemente en el futuro inmediato. Solo el amor convierte en milagro el barro. Solo entrenar y entrenar, sudar sobre el colchón, repetir la técnica una y otra vez, intentarlo hasta el cansancio… deparará triunfos. Desde ahora ya nacen nuevos nombres de probables campeones olímpicos, quizás Dayanira Curbelo, Yainet Coronado… En los tatamis, pistas y canchas se gestan los héroes del mañana, los que pegarán a muchos a los televisores aun en la madrugada, los que nos enorgullecerán de ser cubanos.

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