Por: Lázaro Quiribeyro

Conversaremos sobre cómo envejecimiento puede afectar las funciones cognitivas en los adultos mayores en el adulto mayor. ¿Es posible encontrar indicadores positivos desde el punto de vista cognitivo a pesar de la edad? La respuesta es sí.

Lo primero es situarnos en contexto. Los cambios cognitivos del envejecimiento se refieren a las alteraciones en las funciones mentales que ocurren con la edad, afectando aspectos como la memoria, la atención, el aprendizaje, el lenguaje y la capacidad para resolver problemas. Si bien existe la creencia generalizada de que el deterioro cognitivo es significativo en los adultos mayores, estudios recientes sugieren que este deterioro puede darse de forma notable antes de los 65 años. De esta forma, el aumento de la edad no es sinónimo de deterioro cognitivo.

Partamos de un ejemplo.  Las investigaciones indican que la capacidad de la memoria a corto plazo se mantiene relativamente estable. Sin embargo, la memoria a largo plazo puede mostrar cierto deterioro. En este caso, valerse de estrategias para recordar y mantenerse en un ambiente que estimule el recuerdo pueden ser muy eficaces.

No podemos generalizar: hay individuos con mayor afectación cognitiva que otras a medida que avanza la edad.   Lo que está claro es que la participación en actividades significativas y las interacciones sociales, desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la salud cognitiva. Además, es importante diferenciar entre los cambios cognitivos normales relacionados con la edad y los asociados con enfermedades neurológicas como la enfermedad de Alzheimer.

Nadie duda que es vital y muy   importante, desarrollar sistemáticamente la actividad mental y el aprendizaje continuo en los adultos mayores; ya que pueden ayudar a combatir el deterioro cognitivo.

Pero, ¿Qué son los cambios cognitivos? Son aquellos cambios que ocurren en las funciones y operaciones mentales generales. La cognición abarca todas las operaciones y funciones mentales. Esto incluye el lenguaje y habla, aprendizaje, formación de conceptos, pensamiento, resolución de problemas, orientación espacial y temporal, y control motor/conductual.

Los psicólogos han trabajado arduamente para definir y medir varias áreas del funcionamiento cognitivo, aunque no ha habido consenso sobre estas áreas. De hecho, existe la creencia común de que las capacidades cognitivas disminuyen notablemente en las personas mayores. Sin embargo, para otros esta idea es cuestionable. Estudios recientes, han demostrado que la disminución de las habilidades cognitivas con la edad puede no ser tan significativa, especialmente antes de los 65 años.

El aprendizaje, la memoria y la atención son aspectos de la cognición. El aprendizaje es la adquisición de información, habilidades y conocimientos, medida por la mejora en las respuestas. La memoria implica retener y recuperar información para su uso posterior. La atención es el mecanismo mediante el cual las personas procesan la información. La cognición es cómo la información sensorial se transforma, almacena y recupera de la memoria.

También, el ambiente o entorno es algo a tener en cuenta. Pues sí, un entorno desfavorable puede generar respuestas negativas en las personas mayores. La causa es que las personas pueden sentirse menos cómodas en lugares   y con personas desconocidas, y tienen dificultad para realizar múltiples tareas. Además, la capacidad de bloquear información innecesaria y concentrarse en múltiples instrucciones disminuye con la edad. Todo lo contrario, ocurre en escenarios favorables.

Se ha descubierto que estar rodeados de personas que trasmiten apatía o depresión, influyen en la disminución de las capacidades cognitivas. En cambio, aquellos ambientes que estimulan el intercambio, que buscan puntos de acercamiento entre las personas reducen el deterioro cognitivo y por supuesto, facilitan el conocimiento. Proporcionarle a la mente estímulos desafiantes puede incluso revertir el deterioro cognitivo.

Algunos hallazgos. Se ha descubierto que el envejecimiento tiene diferentes efectos en los procesos de memoria a largo y corto plazo. Una buena noticia es que la capacidad de la memoria a corto plazo se mantiene esencialmente igual en las personas mayores. Sin embargo, la memoria a largo plazo sí muestra un declive. Este declive puede minimizarse mediante diversas estrategias; el uso de recursos que ayuden a memorizar, y a asociar detalles, es muy eficaz. También, ejercitar la mente, y dedicar más tiempo al aprendizaje y la memorización.

¿Más o menos lentos? Vayamos por partes. Los estereotipos comunes relacionados con la edad sugieren que los adultos mayores son más lentos al realizar muchas tareas y tienen peor memoria que cuando eran más jóvenes. Sin embargo, otros estereotipos sugieren que el aumento del conocimiento y la sabiduría viene con la edad.

Centrémonos nuevamente en la ciencia. Pues bien, la evidencia científica indica que, a medida que las personas envejecen, sus procesos mentales se vuelven menos eficientes, pero al mismo tiempo, adquieren desarrollo y experiencia, lo cual es útil para resolver problemas complejos. Así, que no hay por qué alarmarse

La queja cognitiva más frecuente de las personas mayores es la pérdida de memoria, especialmente la memoria a corto plazo. Todo indica que mantenerse activo y comprometido con una actividad desafiante que requiera concentración mental, como aprender un nuevo idioma, tomar clases de música, resolver crucigramas, jugar juegos como el ajedrez o leer libros, puede ayudar a combatir o retrasar la aparición de la demencia y mantener la mente alerta.

Algo fundamental es que, con la edad, no todos pierden las mismas habilidades al mismo tiempo, pero para los 80, hay más probabilidades de haber experimentado alguna pérdida cognitiva. Sin embargo, todo apunta a que estas afectaciones, se deben más a la    apatía intelectual o al aburrimiento que al deterioro físico real.

En resumen, se trata de combinar logros y limitaciones. Así, el vocabulario y las habilidades verbales pueden, de hecho, mejorar con la edad.  En cambio, las habilidades que involucran la vista y el razonamiento tienen mayor probabilidad de disminuir. En otras palabras; las habilidades verbales y el conocimiento acumulado se mantienen con la edad, mientras que las tareas que requieren respuestas rápidas son más susceptibles al envejecimiento.

Así me despido, no sin antes invitarlos a conversar el próximo domingo para desandando juntos el camino   en la noble misión de dar “más vida a tus años”.

 

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