Por: Alejandro Batista Martínez
FUENTE: Apuntes históricos de San Antonio de los Baños, de José Rafael Lauzán.
Crónicas de San Antonio, de Julián Vivanco.
Entre las fiestas tradicionales de mayor envergadura en San Antonio de los Baños se encontraban las verbenas.
La primera tuvo lugar en ocasión del aniversario 40 de la creación del Círculo de Artesanos, en 1921.
La iniciativa fue impulsada por dos grandes promotores culturales de la localidad: Octavio Valdés Rodríguez y Manuel Alfonso Descalzo.
Para la ocasión se construyeron kioscos mejicanos, españoles, gitanos y norteamericanos.
En la Sociedad Centro La Luz, de negros y mulatos, llevaban la llamada casita criolla, pero sin dudas uno de los kioscos más bellos era el de las flores.
En las verbenas se hacían desfiles de coches con bellas muchachas que representaban a la mujer cubana en toda su diversidad.
Se realizaban espectáculos circenses, rifas, ventas de comestibles y se armaban pequeños parques de diversiones.
En las festividades tradicionales conocidas como Verbenas, no podía faltar el baile.
Para la ocasión se dividía el parque separando áreas bailables para negros y blancos.
Como en otras festividades de carácter público, podía participar todo el mundo, sin embargo, en las Verbenas todo costaba y como sociedad clasista al fin, la discriminación social era algo patente.
Otras de las fiestas de gran arraigo popular fueron los carnavales, que se realizaban a finales de febrero y principios de marzo, siempre durante el fin de semana.
Convocados por las distintas sociedades de recreo, numerosas comparsas desfilaron por las calles de la Villa.
Las primeras comparsas no tenían música, esta se les incorporó posteriormente, dando un mayor colorido y calidad a los paseos de carnaval.
Durante la república, las fiestas campesinas en San Antonio de los Baños se concentraban en los barrios rurales.
Las del barrio de Govea eran las más concurridas. En estas festividades se hacían carreras de cintas, concursos de caballos, controversias y bailes, en los que era común la división en dos bandos: el rojo y el azul, en ocasiones apadrinados por jóvenes campesinas.
En este territorio se desarrolló uno de los eventos culturales de la tradición campesina más importantes: La controversia del Siglo, protagonizada por dos grandes de la décima y el verso improvisado en Cuba, se enfrentaron a Jesús Orta Ruiz, El Indio Naborí, y Angelito Valiente, en 1955, en el Teatro Casino.
Otra fiesta emblemática durante la república, era el Baile de las Guayaberas, que tenía lugar en el mes de agosto, auspiciado por el Círculo de Artesanos y el Centro La Luz.
En el período del carnaval, el baile se dividía en tres bandos: El Palenque, La Punta y La Loma. Ganaba el bando que más parejas llevase.
Las sociedades organizaban otros bailes con nombres muy curiosos como el de las Camisas Raras, Pasado y Presente, el de Las Orquestas, el de Navidad y el del 31 de diciembre.
Algunas familias ariguanabenses solían realizar fiestas en sus casas en Navidad y en el aniversario del Santo Patrón de la Villa.
Entre este tipo de celebraciones alcanzaron celebridad las organizadas por Ramón Guerra, en el merendero conocido por La Quintica.
Este lugar paradisiaco era escenario propicio para que el dueño de La Quintica bautizara a numerosos niños de la localidad.
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