El regalo de Martí para los niños

La Edad de Oro: arma poderosa en la formación de valores en los niños.

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Martí amaba mucho a los niños. Tenía José Martí sólo 36 años cuando escribió los cuatro únicos números que se publicarían de la revista para niños y niñas «La Edad de Oro», de julio a octubre de 1889.

A pesar de las críticas que recibió de algunos amigos, que consideraban una pérdida de tiempo escribir para la infancia, él emprendió esa obra, como único responsable de la edición, encargado de redactar todos los materiales, de ocuparse del diseño y de todos los problemas de la revista.

Allí aparecieron no sólo los niños como Bebé o Raúl, sino Piedad, Nené, la de los «zapaticos de rosa», sus mujercitas, porque en la escritura de su obra las niñas ocupaban, como los niños, un sitial privilegiado.

Su pequeña Maricusa, la María Mantilla que él bautizó y cuidó con amor paterno, tenía por entonces ocho años. Ella le sirvió, como su hijo, su Ismaelillo, aquel José Francisco que no tenía junto a sí, y que vivía con su madre en Cuba, como puntos de referencia para dirigir su discurso hacia la niñez.

Ella, María a Mantilla, y él Ismaelillo, eran sus lectores ideales, y a las más jóvenes generaciones se proyectaba, desde los cuentos, los poemas, los relatos, donde la historia, el trabajo, el amor, la bondad, la belleza, el arte, servían de medios para formar un perfil humano más pleno y enriquecedor.

Verdadero diálogo de un padre amoroso con su hija fueron los cuentos de La muñeca negra y su Nené traviesa. Incitación a la lectura reflexiva, utilización de la literatura y del arte para sembrar valores en las mentes y en los corazones fue el principal recurso que utilizó.

Desde el apelativo a la solidaridad, al respeto al otro, como normas conductuales de un diálogo imprescindible entre los seres humanos, fue pivote renovador desde la conciencia y la sensibilidad.

Martí en su obra La Edad de Oro activa la inteligencia emocional de sus lectores y lectoras, para forjar una nueva relación interpersonal, basada en el estudio, la laboriosidad, el mérito propio, y no en la recepción pasiva ni en el consumo, sino en la riqueza del espíritu.

Este libro, el cual reúne todos los números de la revista, es un arma poderosa en la formación de valores en los niños. La escuela y la familia cuentan con este ejemplar que aporta mucho a la educación de las nuevas generaciones.