La historia de Cuba en los Juegos Olímpicos comenzó por todo lo alto
En París 1900 el espadachín cubano Ramón Fonst consiguió un oro y una plata en esgrima.
Este hecho supuso la inauguración del medallero del país caribeño en su primera participación y también, la primera presea de oro para América Latina.
Fonst repetiría su éxito en San Luis 1904 y sumaría otros tres oros a su palmarés. En aquella segunda participación Olímpica, el espadachín no sería el único medallista. La delegación cubana obtendría un total de nueve preseas.
A pesar de aquellos inicios marcados por el éxito, Cuba no volvería a subirse al podio Olímpico hasta Londres 1948. Su ausencia debido a los grandes conflictos internacionales y la participación con delegaciones muy pequeñas explican la falta de medallas durante aquellas décadas. Fueron un padre y un hijo, los dos de nombre Carlos de Cárdenas, quienes rompieron la racha de escasez con su plata en vela.
Poder femenino
La primera participación de una mujer cubana en unos Juegos Olímpicos llegaría en Melbourne 1956, cuando la velocista Bertha Díaz compitió en los 80 metros vallas. Sin embargo, para la primera medalla femenina habría que esperar hasta México 1968. Las autoras de aquella hazaña serían Miguelina Cobián, Violeta Quesada, Fulgencia Romay y Marlene Elejalde, quienes lograron la plata en 4×100 m relevos.
Mayor cosecha de medallas
Gracias a sus 226 preseas (78 oros, 68 platas y 80 bronces), Cuba es el país hispanohablante más laureado en los Juegos Olímpicos. La mayoría de estos éxitos se han cosechado desde Montreal 1976. Allí, el país caribeño superó por primera vez la decena metales con un total de 13.
Los atletas cubanos han superado los obstáculos que supone la falta de recursos en comparación con las grandes potencias del deporte para protagonizar su particular época dorada. Desde aquellos Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, la delegación cubana siempre ha sumado más de una decena de medallas en todas las ediciones que ha estado presente.
El buque insignia
Cuba lleva décadas dominando en boxeo. Los boxeadores de la isla caribeña han sumado 73 preseas al medallero: 37 oros, 19 platas y 17 bronces. Teófilo Stevenson está considerado como el mejor boxeador cubano de todos los tiempos. Stevenson comenzó su andadura Olímpica en Múnich 1972, donde sumó su primer oro y repetiría como campeón Olímpico en dos ocasiones más: Montreal 1976 y Moscú 1980.
Sin embargo, los éxitos del deporte cubano van mucho más allá del boxeo. El judo es el segundo deporte en que más éxitos Olímpicos ha cosechado y 36 medallas avalan su dominio en el tatami. En este ranking de deportes más laureados le siguen la lucha, con 24 preseas, y la esgrima, con 16.
En la lista de deportes cubanos destacados no podemos olvidarnos del béisbol, su deporte nacional y que regresa al calendario Olímpico en Tokio 2020. El béisbol ha sido deporte oficial en unos Juegos Olímpicos en cinco ocasiones, desde Barcelona 1992 a Pekín 2008, y en todas ellas el equipo cubano ha ocupado alguno de los escalones del podio. Además, es también la nación con más oros: tres.
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