El ingenio que impulsa el deporte base

Visto: 19

La falta de implementos deportivos adecuados representa un obstáculo significativo en la preparación de los atletas en edades tempranas en Cuba. Esta carencia, lamentablemente común en muchos centros de entrenamiento y escuelas, limita las posibilidades de un desarrollo integral y dificulta la formación de futuras estrellas. La falta de balones, pesas, colchonetas, pistas en buen estado y otros elementos esenciales impide la correcta práctica de las disciplinas, aumenta el riesgo de lesiones y, en última instancia, desmotiva a los jóvenes talentos.

Sin embargo, en medio de esta adversidad, emerge una característica admirable: la inventiva y el ingenio de los entrenadores cubanos. Ante la escasez de recursos, estos profesionales demuestran una creatividad asombrosa, transformando objetos cotidianos en herramientas de entrenamiento. Neumáticos viejos se convierten en obstáculos para mejorar la agilidad, botellas de plástico rellenas de arena sirven como pesas improvisadas, y cuerdas raídas se utilizan para ejercicios de coordinación.

Esta capacidad de adaptación y resolución de problemas no solo permite continuar con la preparación física, sino que también fomenta valores como la creatividad, la resiliencia y el trabajo en equipo. Los entrenadores involucran a los atletas en la búsqueda de soluciones, incentivando su participación y sentido de pertenencia. Además, esta práctica fortalece el espíritu de superación y enseña a los jóvenes a valorar los recursos disponibles, cultivando una mentalidad positiva y proactiva.

Si bien la inventiva de los entrenadores es digna de admiración y reconocimiento, no debe ser una excusa para la falta de inversión en infraestructura deportiva. Es fundamental que se priorice el suministro de implementos adecuados para garantizar una preparación óptima de los atletas en edades tempranas. No obstante, el ingenio y la creatividad de los entrenadores cubanos son un ejemplo inspirador de cómo, incluso en las condiciones más difíciles, se puede seguir impulsando el deporte base y formando a los campeones del futuro. Su dedicación y pasión son un testimonio del espíritu resiliente del pueblo cubano y una muestra de que, con ingenio y determinación, se pueden superar las adversidades y alcanzar grandes logros.