Por: Caruvy Capote
Los seres vivos en general y no sólo los de nuestra especie, podemos tener dificultades para adaptarnos a las situaciones nuevas, a lo no esperado positivo o negativo, según las particularidades, etapas de desarrollo o momentos en específico, influye el cómo se vive y se ha vivido, la calidad de entrenamientos y de afrontamientos anteriores aplicables o no ante lo nuevo por afrontar en cada situación concreta.
Por otra parte, la experiencia cuenta, pero no toda experiencia es sabiduría, ni todo aprendizaje es producto de una educación desarrolladora, ya que depende de la calidad de respuesta de cada cual al educar y ser educado, influye la historia personal, familiar y social, pero también importa a quién se imita, qué se imita y por qué se imita.
Por tanto, la respuesta adaptativa de otros puede influir o no, en la propia, bajo múltiples circunstancias de análisis.
Sucesivos cambios tienen lugar en lo cotidiano en diferentes direcciones, áreas y situaciones de contexto en cualquiera de las posibles variantes, en todas las etapas de la vida.
Pueden coincidir o no momentos más y menos deseados. Unas veces puede predominar la tendencia a acontecimientos agradables, otras lo contrario y también pueden proliferar unos y otros al mismo tiempo.
Y puede ocurrir, que cuando se tiene la sensación que se está a tope en cuanto a ciertos aspectos, que continúan aconteciendo más de este tipo.
En cualquier caso, hay que prepararse con mayor o menor tiempo a favor para asumir y afrontar los cambios esperados y no esperados, favorables y desfavorables.
Identificación, aceptación y reajustes, constituyen elementos fundamentales para la adaptación y afrontamiento ante los cambios.
Los problemas pueden ser mayores y menores, muchos o pocos, pero todos deben afrontarse con calidad.
Se incluye en el análisis, otros aspectos esenciales como la visión de proceso, el paso a paso de lo secuencial hacia metas y soluciones, que la organización resulta clave y no sólo la calidad de los esfuerzos volitivos o voluntarios.
Es necesario enfatizar el valor de la conducta autoimpuesta pues no se debe esperar pasivamente a qué aparezcan las ganas para comenzar a actuar, hay momentos que no admiten espera.
Se debe verificar paso a paso, qué se ha hecho y logrado en cada fase que se ha previsto, así se desglosa lo más general en aspectos más específicos que hacen más comprensible y fácil de ejecutar lo que se tiene ante sí.
Las maneras de actuar ante los cambios aportan salud mental cuando se vinculadan a enfoques de calidad de bienestar saludable, con adquisiciones y usos de recursos adaptativos con repercusiones efectivas en la calidad de afrontamientos.
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