San Antonio de los Baños, Artemisa, Cuba. – En el Ariguanabo el déficit de más 60 medicamentos fluctúa en el cuadro básico de salud, tanto de productos que van a la red de farmacia como los que van a la red de hospitales, esta última con menos impacto en la población por tener más alternativas, movilidad y variantes terapéuticas a disposición de los pacientes.

Empresas como ENCOMED, MEDICUBA y BioCubaFarma, reciben de manera directa el impedimento al acceso de medicinas, insumos y equipos tecnológicos.

La producción y distribución de fármacos indispensables como la hidroclorotiazida, dipirona, clortalidona y el captopril son apenas una los directivos, además de las dependientes de la red farmacias en el territorio ariguanabense, aseguran la llegada oportunamente a quienes más lo necesitan.

El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace más de seis décadas ha afectado gravemente el sistema de salud cubano, especialmente la industria farmacéutica. Esta política restrictiva impide la adquisición directa de tecnologías, materias primas, reactivos, dispositivos médicos y medicamentos producidos por empresas estadounidenses o que contengan componentes de origen norteamericano. Como resultado, Cuba se ve obligada a recurrir a mercados lejanos o intermediarios, lo que encarece los costos y retrasa los tiempos de producción y distribución.

Las limitaciones impuestas por el bloqueo también obstaculizan la inversión extranjera en el sector farmacéutico cubano, dificultando el acceso a capital para proyectos científicos y tecnológicos. Esto ha restringido el desarrollo de nuevos medicamentos y la modernización de plantas productoras, afectando la capacidad del país para responder a enfermedades crónicas y emergentes. Durante la pandemia de Durante la pandemia de COVID-19, por ejemplo, el acceso a insumos esenciales para la producción de vacunas y tratamientos se vio comprometido, lo que agravó los desafíos sanitarios.

A pesar de estas dificultades, Cuba ha logrado avances notables en biotecnología y producción de medicamentos genéricos, gracias a su modelo de salud pública y a la formación de profesionales altamente capacitados. Sin embargo, el bloqueo limita la exportación de productos farmacéuticos cubanos, incluso aquellos con reconocida eficacia internacional, como el Heberprot-P para el tratamiento de úlceras del pie diabético. Esta restricción no solo afecta la economía nacional, sino también el acceso global a soluciones médicas innovadoras.

El bloqueo de Estados Unidos afecta la rama farmacéutica cubana y el acceso a modernas tecnologías, con un impacto en la salud del pueblo.

En este sentido, las trabajadoras farmacéuticas ayudan en buena medida con la opciónde la medicina natural y tradicional, pues muchos de los tratamientos que el paciente no puede encontrar en el Cuadro Básico, las ofrece esta opción que cada día gana más espacio dentro de las farmacias.

Carmen Lieng Mena Lombillo
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