La medida de los organismos de salud pública y los especialistas de epidemiología sobre la disposición adecuada de la basura, es una práctica que va más allá de la estética urbana y se convierte en la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades.
Expertos en salud ambiental del Ariguanabo recuerdan que los residuos mal gestionados son focos de proliferación de vectores como roedores, moscas y mosquitos, responsables de transmitir enfermedades como las arbovirosis que circulan, la leptospirosis y diversas infecciones gastrointestinales. La acumulación de desechos, especialmente en épocas de lluvia, contamina fuentes de agua y suelos, ampliando el riesgo para toda la población.
La solución, señalan las autoridades sanitarias, está en la cadena de responsabilidad compartida: colocar los residuos en lugares destinados para ellos, usar los contenedores adecuados y asegurar que la bolsa de basura quede bien cerrada.
Una ciudad limpia no es solo un derecho, es un reflejo colectivo de cuidado y prevención. La próxima vez que, usted mi querido lector, vaya a arrojar una bolsa de basura, recuerde que con ese simple acto está contribuyendo a proteger la salud de su familia y la de toda su comunidad.
Maybeline Matamoros Álvarez
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