El consumo de drogas, bajo cualquier forma, es una problemática compleja y devastadora que afecta no solo al individuo, sino también a su familia, su comunidad y a la sociedad en su conjunto. Las drogas, ya sean legales o ilegales, alteran el funcionamiento del cerebro, generando dependencia física y psicológica que atrapa a las personas en un ciclo de autodestrucción. Los daños que causan son múltiples: deterioro de la salud física y mental, problemas familiares, dificultades laborales, delincuencia, aislamiento social e incluso la muerte.

Es crucial reconocer que el consumo de drogas no es un signo de debilidad moral ni una elección consciente, sino una enfermedad que requiere atención y tratamiento. Sin embargo, la estigmatización y la falta de información a menudo dificultan que las personas que luchan contra la adicción busquen ayuda.

Un ejemplo alarmante de esta situación es el aumento del consumo de opioides en muchos países, donde la prescripción indiscriminada de analgésicos ha generado una epidemia de adicción con consecuencias trágicas.

Ante este panorama desolador, es fundamental promover la prevención, la educación y el acceso a tratamientos efectivos. Debemos crear una sociedad donde las personas se sientan seguras para hablar sobre sus problemas, donde se ofrezca apoyo y comprensión en lugar de juicios y condenas, y donde se brinden oportunidades para construir un futuro mejor.

Hoy 26 de junio celebramos el Día Mundial Contra las Drogas, una fecha especial donde se busca resaltar la importancia de combatir el tráfico y uso indebido de las drogas. Más que un objetivo individual, este día busca unir todos los países del mundo para luchar contra el tráfico ilícito de sustancias que permita que la sociedad esté libre de su consumo.

Amigos, si bien el camino hacia la recuperación puede ser largo y difícil, la esperanza siempre está presente. Con el apoyo adecuado, la determinación personal y el acceso a recursos efectivos, es posible superar la adicción y construir una vida plena y significativa, libre del yugo de las drogas.

Adrian Torres Rodríguez
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