Los procesos psíquicos o mentales se les denominan a las distintas etapas en donde el cerebro recopila y asimila la información de su entorno. El objetivo de dichos procesos es el de generar cambios en la conducta del individuo dependiendo de la situación en la que se encuentre.

Los procesos mentales permiten que una persona pueda tener conciencia de sí misma, así como también de sus acciones y consecuencias. Los procesos psicológicos básicos tienen este nombre porque se pueden observar tanto en el desarrollo de animales como de seres humanos.

Esto quiere decir que forman parte de los instintos naturales que compartimos como especie con diferentes tipos de seres vivos. Se trata de mecanismos mentales que determinan las bases de nuestra personalidad durante los primeros años de vida. Además, participan activamente en desarrollar las habilidades interpretativas sobre la realidad que nos rodea.

Los procesos psicológicos básicos son el mecanismo principal por el que el cerebro construye una idea acerca del entorno. Con base en esto, el comportamiento se irá ajustando a los estímulos que reciba a través de la interpretación del ambiente. Esto afectará a las emociones, percepción, memoria, motivación y el nivel de atención que poseerás a lo largo de tu vida.

Los procesos mentales o cognitivos son mecanismos que se desarrollan a nivel cerebral y determinan la conducta y el comportamiento de las personas, así como la forma en que se adaptan y reaccionan a lo que sucede en su entorno. La mente utiliza estos procesos para almacenar e interpretar todos los datos que recibe a través de los sentidos. Los especialistas en psicología de aprendizaje coinciden en que los procesos psicológicos revisten un alto grado de complejidad, pues involucran diferentes zonas cerebrales, dependen de múltiples factores (desde biológicos hasta ambientales) y se encuentran en constante interacción.

La memoria a corto plazo es un proceso psíquico fundamental para el aprendizaje. Cuando los niños de la primera infancia tienen la afectada, podemos recurrir a diferentes actividades que la motiven. Recordar objetos vistos en un plazo determinado y mencionarlos. Narrar un dibujo animado que vio en compañía del adulto. Dar elementos y recordar el que falta.

Son acciones que pueden hacer los padres para apoyan en la activación de este proceso psíquico. Por eso el trabajo en los círculos infantiles y en las vías no formales es tan esencial porque activa estos procesos por áreas del conocimiento.

Olga Álvarez Suárez
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