Las perretas infantiles forman parte del desarrollo de los niños y suelen generar preocupación en algunas familias. Sobre este tema, Lorena López, madre soltera de dos niños, comenta su experiencia y comparte su opinión acerca de cómo reacciona cuando sus hijos tienen una perreta.

Como madre, trato de mantener la calma. Al principio no siempre fue fácil, pero con el tiempo entendí que gritar o castigar no ayuda. Intento escuchar lo que les pasa, hablarles con tranquilidad y explicarles que hay otras formas de expresar lo que sienten. A veces solo necesitan atención o que alguien los entienda.
Crees que tiene importancia la actitud de las personas que rodean al niño durante una perreta.
Creo que es muy importante. Cuando otros adultos opinan o critican, el niño se pone más tenso y la situación empeora. Si el entorno mantiene una actitud tranquila y respetuosa, el niño se calma más rápido. El ejemplo de los adultos influye mucho en cómo el niño aprende a comportarse.
De qué manera la educación puede influir en la aparición o manejo de las perretas infantiles.
La educación es fundamental si desde pequeños se les enseñan normas claras y se les habla con respeto, los niños aprenden a controlar mejor sus emociones. Las perretas no desaparecen, pero sí se hacen menos frecuentes cuando el niño entiende qué se espera de él y se siente seguro.
Las perretas infantiles son una forma de expresión propia de la infancia. Lorena López nos compartió que la actitud calmada de los adultos y una educación basada en el diálogo y el ejemplo contribuyen a que los niños aprendan a manejar sus emociones y a desarrollarse de manera equilibrada.
Erica De la Nuez
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