El comandante en jefe Fidel Castro Ruz fue un abanderado del Programa de Atención Materno Infantil. Este programa es uno de los más exitosos y le daba un especial seguimiento, tanto en la formación de los recursos humanos como en la introducción de nuevos procedimientos y tecnologías que permitiera cada día mejorar los resultados.

En la inauguración del Hospital Pediátrico «Juan Manuel Márquez», en La Habana, el 30 de noviembre de 1989, expresó lo siguiente: «Tenemos la convicción de que podemos bajar la mortalidad infantil a 10, por cuatro cosas nuevas. Primero, la genética prenatal y la detección precoz de malformaciones incompatibles con la vida. Segundo, los cuidados intensivos perinatales y los servicios de Neonatología. Tercero, la cirugía cardiovascular infantil, institución que ha operado 1 400 casos de niños pequeños, incluyendo prematuros y cuarto, el médico de familia. Donde quiera que estén los médicos de familia la mortalidad infantil está por debajo de 10″.

La sala de Neonatología de nuestra localidad mantiene, a pesar de las carencias de todo tipo, un trabajo estable en la atención a los recién nacidos.

El desarrollo físico intelectual de los niños prematuros o con un peso inferior a 1 500 gramos, es objetivo fundamental de esta sala de Referencia Provincial.

En la unidad de cuidados especiales ingresan los niños por varias razones: bajo peso al nacer provocado por la prematuridad y con mayor incidencia figuran los problemas respiratorios.

Pensar y ocuparse del bienestar de niños y sus madres es en mi opinión, un valor humanista, propuesto e impulsado por Fidel y que se mantiene como prioridad los objetivos de la Revolución Cubana.

Dayamí Tabares Pérez
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