Por: Maybe Matamoros
La vejez, también conocida como la Tercera Edad, es una etapa más del ciclo vital, que suele iniciarse alrededor de los 65 años. Es un periodo de transformaciones, donde la experiencia y la sabiduría se consolidan como un verdadero patrimonio personal y colectivo.
Lejos de centrarnos en las limitaciones, celebremos que cada vez son más las personas que llegan a esta etapa con vitalidad y lucidez. Sin embargo, es fundamental que como sociedad garanticemos que estos años estén llenos de bienestar, seguridad y dignidad.
Nuestros adultos mayores son los pilares de la historia familiar y social. Son depositarios de recuerdos, lecciones de vida y una sabiduría que enriquece a las nuevas generaciones. Su cuidado no es solo un acto de gratitud, sino una forma de honrar todo lo que han construido para nosotros.
Con la edad, es natural que surjan nuevos desafíos de salud, y es nuestra responsabilidad colectiva brindarles acceso a una atención médica de calidad, compañía y un sólido apoyo emocional.
Cuidar a quienes hoy peinan canas es una inversión en un futuro más empático para todos. Algún día, cada uno de nosotros llegará a esta etapa, y la cultura de respeto que fomentemos hoy definirá la comunidad que heredaremos mañana.
Reconozcamos su legado, agradezcamos su guía y renovemos nuestro compromiso de acompañarlos con cariño y respeto en esta maravillosa etapa de la vida.

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