La protección animal en Cuba ha sido un tema de debate y preocupación desde la aprobación del Decreto Ley No. 31/2021. Aunque la ley dio un pequeño paso adelante, existen críticas por su falta de reconocimiento legal a los animales como sujetos de derecho y su enfoque en la protección basada en su utilidad. La impunidad ante el maltrato animal y la falta de sanciones efectivas es preocupación entre los activistas y la comunidad animalista. La comunidad ha buscado una legislación más robusta que no solo castigue el maltrato, sino que también proteja a los animales de la crueldad y promueva su bienestar.

Grupos como Bienestar Animal Cuba y Equipo de Protección rescatan animales abandonados, promueven la adopción y denuncian casos de maltrato. Estas iniciativas funcionan gracias al esfuerzo voluntario y las donaciones, pero se ven constantemente desbordadas por la magnitud del problema y la escasez de alimentos.

La protección animal en San Antonio de los Baños se percibe como un esfuerzo comunitario creciente, pero aún enfrenta retos importantes relacionados con la conciencia ciudadana y los recursos disponibles

Según declaraciones de miembros del Equipo de Protección Animal, el maltrato sigue siendo una de las principales preocupaciones, ya que muchas veces proviene de los propios dueños. Por ello, se realizan campañas de sensibilización para explicar a la población qué significa adoptar de manera responsable y cómo cumplir con la Ley de Bienestar Animal vigente en Cuba.

Quienes me escuchan conocen que los desafíos persisten. La falta de recursos para alimentación, medicinas y espacios de acogida limita el alcance de estas iniciativas. Aun así, el compromiso de los voluntarios y la creciente participación ciudadana muestran que en San Antonio de los Baños existe una voluntad real de transformar la relación entre humanos y animales, pensemos que bien nos vendría una comunidad más consciente y respetuosa.

 

Carmen Lieng Mena Lombillo
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